Artur Mas diseña un directorio para Convergència con mayoría soberanista

El secretario general quiere incorporar al menos un representante de los moderados

Artur Mas está ultimando la composición del futuro directorio de Convergència Democràtica (CDC), integrado por seis vicesecretarios generales, que le acompañarán, en principio durante los próximos cuatro años, en la dura tarea de sacar al partido de la crisis. Este equipo directivo estará dominado por el sector soberanista convergente, aunque Mas incluirá al menos un representante de los nacionalistas moderados. La incorporación de la ex diputada Imma Riera se da como segura, mientras que también se habla, aunque con menos posibilidades, de Lluís Recoder, alcalde de Sant Cugat.

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Artur Mas está ultimando la composición del futuro directorio de Convergència Democràtica (CDC), integrado por seis vicesecretarios generales, que le acompañarán, en principio durante los próximos cuatro años, en la dura tarea de sacar al partido de la crisis. Este equipo directivo estará dominado por el sector soberanista convergente, aunque Mas incluirá al menos un representante de los nacionalistas moderados. La incorporación de la ex diputada Imma Riera se da como segura, mientras que también se habla, aunque con menos posibilidades, de Lluís Recoder, alcalde de Sant Cugat.

"Renovación y síntesis". Así califica uno de los futuros seis vicesecretarios generales el equipo que acompañará a Mas, tras el congreso de julio, en el arduo proyecto de refundar el partido y poder disputar en 2007, con el máximo liderazgo y cohesión interna, las elecciones autonómicas.

Renovación porque en cuatro de las seis vicesecretarías generales, Artur Mas situará a personas que no han ocupado ningún cargo organizativo en CDC. Y síntesis porque el actual jefe de la oposición quiere colocar a militantes de las distintas familias ideológicas en un porcentaje similar al peso que, a su juicio, tienen en el partido. Es decir, que el sector soberanista predominará en el futuro directorio convergente.

Aunque los seis vicesecretarios deben presentar su candidatura en el congreso y someterla a votación, no es previsible que los delegados tumben la propuesta de Mas. Ya se encargará el aparato de que esto no suceda.

Las seis vicesecretarías serán de igual rango, aunque Felip Puig, ex secretario de organización y actual portavoz parlamentario de CiU, se convertirá de facto en el número dos de CDC. Puig ocupará la vicesecretaría general de relaciones institucionales, encargada de dirigir y coordinar las tareas parlamentarias y las relaciones con el resto de formaciones políticas. Lluís Corominas se ocupará de la vicesecretaría de territorio y acción municipal, un cargo similar al que ahora ejerce de secretario de organización.

El resto del pinyol serán noveles en tareas organizativas. Antoni Vives, ex secretario del Gobierno catalán y director de la Fundación Trias Fargas, será elegido vicesecretario general de militancia y participación. Vives y Corominas controlarán el territorio y el contacto con los militantes.

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Otra incorporación que se da como segura es la de Carme Vidal, militante leridana de 39 años, directora del Instituto de Estudios Ilerdenses. A Vidal, alineada con el sector soberanista, se la considera muy próxima al ex presidente de la Diputación de Lleida, Josep Pont, y ocuparía la vicesecretaría de bienestar, identidad y cultura.

El resto de colaboradores todavía sigue perfilándose, aunque con toda probabilidad Imma Riera, ex diputada en el Congreso y presidenta de la sectorial de empresa e industria, se encargaría de la vicesecretaría de economía, innovación e industria. Riera sería la cuota del sector moderado en este equipo, puesto para el que inicialmente Mas había pensado en el exconsejero Francesc Homs.

Presionado por gran parte del partido para dar más cuota de poder a las mujeres, Mas ha decidido situar a dos en este núcleo fuerte. Es el caso de Carmen Vidal e Imma Riera. La intención inicial del secretario general era contar con Dolors Batalla, alcaldesa de Valls y una de las mujeres llamada en un futuro a desempeñar altos cargos. Pero Batalla quiere dedicarse plenamente a la alcaldía de la capital del Alt Camp, aunque con toda seguridad aceptará una de las cinco secretarías ejecutivas de CDC, el siguiente peldaño por debajo del directorio.

Para la sexta vicesecretaría general, la de Acción Política y Estrategia, aparecen varios nombres para dirigirla. Lluís Recoder, alcalde de Sant Cugat y diputado autonómico, es uno de ellos. Al parecer, Artur Mas quería cubrir con Recoder el flanco moderado del pinyol, pero la obligatoria presencia de mujeres ha frenado su propósito. De ahí la designación de Imma Riera.

Parece difícil la elección de Recoder para una responsabilidad tan significativa como la de acción política y estrategia. Chocaría con la abierta oposición de los mayoritarios soberanistas. Esta vicesecretaría podría quedar finalmente en manos del diputado en el Congreso, Carles Campuzano, según fuentes de Convergència.

Tras el directorio, Artur Mas ha diseñado un segundo escalafón compuesto por cinco secretarías ejecutivas, la de comunicación y estrategia; estudios y dinámica electoral; formación; relaciones internacionales y finanzas. El secretario general quiere colocar en estos puestos a su actual equipo de colaboradores, entre ellos a David Madí, ex secretario de comunicación, que tuvo que dimitir por el escándalo de las encuestas; Quico Homs, ex director general de Asuntos Interdepartamentales, y Oriol Pujol Ferrusola, hijo del ex presidente de la Generalitat y ex secretario general de Industria y Energía. Madí se ocupará de la secretaría de comunicación y estrategia. Las dos secretarías restantes estarían ocupadas por mujeres, una de ellas por Dolors Batalla.

Para evitar cualquier sobresalto y oposición del congreso, estos puestos se votarán en bloque y no individualmente como las vicesecretarías generales.

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