Alteración irreversible
Resulta preocupante la capacidad de los políticos para alterar de manera irreversible el medio ambiente y si no, vean:
En 1998, el Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada, con su alcalde Luis Partida Brunete a la cabeza, presenta una revisión del Plan General de Ordenación Urbana en el ámbito del denominado Sector 3, localizado en unos terrenos privados de la localidad bastante alejados de su casco urbano.
Este enclave se encontraba en el ámbito de la zona protegida y definida en el Decreto Comunitario 44/1992 de 11 de junio de "Protección del curso medio del río Guadarrama y su ...
Resulta preocupante la capacidad de los políticos para alterar de manera irreversible el medio ambiente y si no, vean:
En 1998, el Ayuntamiento de Villanueva de la Cañada, con su alcalde Luis Partida Brunete a la cabeza, presenta una revisión del Plan General de Ordenación Urbana en el ámbito del denominado Sector 3, localizado en unos terrenos privados de la localidad bastante alejados de su casco urbano.
Este enclave se encontraba en el ámbito de la zona protegida y definida en el Decreto Comunitario 44/1992 de 11 de junio de "Protección del curso medio del río Guadarrama y su entorno", por lo que la Comunidad de Madrid denegó su aprobación definitiva.
Pero a los dos meses de esta denegación, sale a la luz el Decreto 26/1999 de 11 de febrero, el cual excluye al Sector 3 del ámbito de protección de parque, dando vía libre a la destrucción de esta zona de encinas centenarias y a la afección de la fauna y flora existente en la actualidad, construyéndose viviendas de lujo situadas a 15 kilómetros del casco urbano.
Los planos que definen las zonas protegidas del curso medio del Guadarrama recogen toda la cuenca de aportación del río, exceptuando lógicamente los cascos urbanos de las localidades próximas y una "isla en mitad de la nada" que coincide con este Sector 3. A veces resulta muy difícil demostrar lo evidente e imposible darlo a conocer.