"Por fin vamos a estar apoyados"

Acostumbrada al latido del tambor de Manolo, el del Bombo y al calor de los estudiantes en el extranjero, por no hablar de las turistas a quienes agrada retratarse enseñando el ombligo y ondenado la bandera y de los emigrantes que aún buscan en el fútbol un motivo para redimirse en el trabajo, la selección española se sorprenderá hoy seguramente por tener al factor campo a su favor. Habrá mayoría española en el estadio del Algarve, en Faro, zona que limita con Extremadura y Andalucía y que en su día estuvo gobernada desde el terreno de juego por Paco Fortes, ex futbolista, entre otros, ...

Acostumbrada al latido del tambor de Manolo, el del Bombo y al calor de los estudiantes en el extranjero, por no hablar de las turistas a quienes agrada retratarse enseñando el ombligo y ondenado la bandera y de los emigrantes que aún buscan en el fútbol un motivo para redimirse en el trabajo, la selección española se sorprenderá hoy seguramente por tener al factor campo a su favor. Habrá mayoría española en el estadio del Algarve, en Faro, zona que limita con Extremadura y Andalucía y que en su día estuvo gobernada desde el terreno de juego por Paco Fortes, ex futbolista, entre otros, del Barça y el Espanyol.

"Por fin en un partido de una fase final de un torneo de gran rango nos sentiremos apoyados", subraya el capitán español Raúl. "El campo y el calor, que a juzgar por el que hace hoy será intenso, juegan a nuestro favor. Estamos más acostumbrados que los rusos al tiempo que hace en Portugal".

La federación llegó a contabilizar 57.000 peticiones de entradas para la Eurocopa antes de que en febrero pasado expirara el plazo de compra por internet, que exigía una personalización del comprador y una explícita responsabilidad sobre un máximo de cinco personas por las que podía sacar una localidad. Un total de 24.000 aficionados solicitaron una entrada para el partido contra Rusia cuando el aforo del estadio es de 29.600 espectadores y la UEFA no concedió más de 7.506 localidades para los españoles, que finalmente serán más de 15.000 frente a 8.000 rusos, una cifra sorprendente y que certifica el tirón que tiene el sol de Portugal y el equipo de Mostovoi.

La situación se repite ante los próximos partidos contra Grecia en Oporto (14.000 solicitudes) y Portugal en Lisboa (18.300), y para los cuartos, semifinales y final hay cerca de 10.000 solicitudes por partido. La demanda se estima que es cinco veces superior a la oferta para una competición cuyos precios oscilan entre los 30 y los 100 euros. Un dato nada sorprendente si se atiende a que unos 5,7 millones de españoles viajan cada año a Portugal.

La presencia de la selección española ha sido un alivio para Portugal, que aspira a ingresar unos 800 millones de euros con el turismo extranjero durante la Eurocopa. Asegurado el pleno y limitado el aforo por asuntos de seguridad, la organización trabaja ahora en evitar la reventa y combatir cualquier tipo de fraude.

A juzgar por las peticiones cursadas, los aficionados españoles hubieran llenado dos veces el campo en el que hoy se jugará el partido. Una vez garantizada la presencia española en Faro, la duda está en conocer su destreza para la animación una vez que se ha demostrado que el himno provoca serias controversias y no seduce ni convence como hilo conductor del motor de emociones.

El caso es que el Algarve se ha preparado para recibir a los españoles, pero éstos han cambiado el juego. Vienen por un partido y por una copa rápida. Por la frontera de Ayamonte entran hoy 186 autobuses españoles con destino al estadio del Algarve. El servicio de extranjeros y fronteras ha informado previamente a las agencias de viaje de las formalidades para que no tarden mucho en entrar en Portugal: del puente del Guadiana hasta el estadio se tardará una media hora.

Pensando en una avalancha de hinchas del fútbol español, muchos restaurantes se habían dotado de pescado y marisco, esperando clientes de gran poder adquisitivo. Sin embargo, cuando supieron que los "hermanos" vienen en excursión y apenas para el fútbol, los hosteleros dejaron escapar un gesto de tristeza.

La alcaldía de Loulé, una de las ciudades anfitrionas de la Eurocopa, ha preparado el Festival del Mediterráneo, pensando en los españoles con espectáculos y gastronomía.