La policía investiga el triple asesinato de Burgos en el entorno de las víctimas

Los investigadores del triple asesinato de Burgos, en el que fueron acuchillados un matrimonio y su hijo de 12 años, se están centrando en el entorno más próximo a los fallecidos, ya que ni la puerta ni las ventanas del inmueble donde se produjo el crimen presentaban señales de violencia. El cadáver del niño se encontraba en el pasillo, cerca de la puerta de acceso a la vivienda, mientras la madre se hallaba en el dormitorio y el padre, que presentaba mayor número de puñaladas y más ensañamiento, estaba tendido en la cocina.

Aunque la subdelegada del Gobierno, Berta Tricio, que conocía ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los investigadores del triple asesinato de Burgos, en el que fueron acuchillados un matrimonio y su hijo de 12 años, se están centrando en el entorno más próximo a los fallecidos, ya que ni la puerta ni las ventanas del inmueble donde se produjo el crimen presentaban señales de violencia. El cadáver del niño se encontraba en el pasillo, cerca de la puerta de acceso a la vivienda, mientras la madre se hallaba en el dormitorio y el padre, que presentaba mayor número de puñaladas y más ensañamiento, estaba tendido en la cocina.

Aunque la subdelegada del Gobierno, Berta Tricio, que conocía personalmente al padre, insistió en que siguen abiertas todas las líneas de investigación, fuentes próximas al caso aseguran que están investigando de forma especial el entorno de las víctimas. La falta de daños en el acceso a la vivienda hace pensar que alguien abrió voluntariamente la puerta; la comprobación de que las heridas fueron producidas por una sola arma que no ha aparecido, así como el hecho de que el padre fuera el primero en morir en la cocina del inmueble dan pie a los investigadores para pensar que se franqueó el acceso a la vivienda a alguien de confianza.

El funeral se ofició ayer en la capital burgalesa, pero los tres cuerpos serán enterrados por separado. El cabeza de familia, Salvador Crisanto Barrio Espinosa, recibió sepultura en La Parte de Bureba, la localidad del norte de Burgos en la que tenía varios negocios como agricultor. Su esposa, Julia Dos Santos Santamarina, y Álvaro, el hijo de 12 años del matrimonio, fueron enterrados en el cementerio de Verín (Ourense), de donde era natural la mujer y donde el matrimonio tenía una casa de campo. Los familiares adoptaron esta decisión tras varias horas de dudas en la tarde del martes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En