La banca privada despliega el abanico

Son de los mejores clientes de la banca, y de los más cuidados. No en vano, poseen grandes patrimonios cuya gestión es codiciada por la banca privada que, para captarlos, se ha lanzado a diseñar una gama de nuevos productos y a poner en el mercado lo que llaman arquitectura abierta. Con este sistema, los bancos colocan productos, normalmente fondos de inversión, que, al contrario de lo que suele suceder, pueden ser ajenos a la propia entidad en busca de una mayor rentabilidad.

Según un informe de IBM Business Consulting, sólo 2.500 personas poseen en España un patrimonio financie...

Son de los mejores clientes de la banca, y de los más cuidados. No en vano, poseen grandes patrimonios cuya gestión es codiciada por la banca privada que, para captarlos, se ha lanzado a diseñar una gama de nuevos productos y a poner en el mercado lo que llaman arquitectura abierta. Con este sistema, los bancos colocan productos, normalmente fondos de inversión, que, al contrario de lo que suele suceder, pueden ser ajenos a la propia entidad en busca de una mayor rentabilidad.

Según un informe de IBM Business Consulting, sólo 2.500 personas poseen en España un patrimonio financiero individual superior a seis millones de euros, pero cuando la barrera baja hasta 1,5 millones, aparecen 22.500 personas más, los clientes ideales para la banca privada.

Entre las distintas ofertas con que las entidades tientan a los clientes está el juego de ir cambiando de fondo y gestora sin coste fiscal en busca de la mejor rentabilidad; la personalización de la gestión; nuevas fórmulas de medir riesgos y la predeterminación de rentabilidades.

Mientras, el sector espera el reglamento de la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva, pendiente desde la anterior legislatura.