Reportaje:AUTOMOVILISMO | Gran Premio de España de fórmula 1

Del Rolls-Royce de 1913 al Renault de 2004

La carrera pasó por Pedralbes, el Jarama, Montjuïc y Jerez hasta llegar a Montmeló

El primer Gran Premio de España se corrió en 1913 en el circuito de Guadarrama, cerca de Madrid. Lo ganó Carlos de Salamanca pilotando un Rolls-Royce. El decenio de los veinte fue el del autódromo de Sitges, un circuito oval que todavía puede visitarse, y el de Lasarte, cerca de San Sebastián, probablemente por la presencia de la familia real. Todavía no existía el campeonato de la fórmula 1, pero la prueba se celebró cada año hasta 1935. El último vencedor fue el mítico Rudolf Caracciola con un Mercedes Benz.

El Campeonato del Mundo de fórmula 1 se creó en 1950 y el primer GP de...

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El primer Gran Premio de España se corrió en 1913 en el circuito de Guadarrama, cerca de Madrid. Lo ganó Carlos de Salamanca pilotando un Rolls-Royce. El decenio de los veinte fue el del autódromo de Sitges, un circuito oval que todavía puede visitarse, y el de Lasarte, cerca de San Sebastián, probablemente por la presencia de la familia real. Todavía no existía el campeonato de la fórmula 1, pero la prueba se celebró cada año hasta 1935. El último vencedor fue el mítico Rudolf Caracciola con un Mercedes Benz.

El Campeonato del Mundo de fórmula 1 se creó en 1950 y el primer GP de España de la época moderna se celebró al año siguiente, en 1951, en el circuito de Pedralbes, un trazado urbano que utilizaba la parte alta de la Diagonal barcelonesa como la gran recta, en la que se alcanzaban velocidades de casi 300 kilómetros por hora. El vencedor fue el argentino Juan Manuel Fangio, que ya tenía 40 años, pero que, a bordo de un Alfa Romeo, se aseguró con esa victoria su primer título mundial.

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Pedralbes acogió de nuevo la F-1 en 1953. Luego, los motores dejaron de rugir hasta que en 1968 los bólidos volvieron al circuito urbano barcelonés de Montjuïc, que en los dos años anteriores había acogido pruebas de F-2. Eran los tiempos en que los monoplazas habían adquirido la configuración que básicamente mantienen ahora. Motores traseros de tres litros, chasis monocoque y elementos aerodinámicos adosados a la carrocería. La de 1968 fue una carrera un tanto atípica. Uno de los mejores pilotos de la historia, el escocés Jim Clark, había muerto aquel año en un accidente y otro escocés, Jackie Stewart, se había quedado solo en lo alto del podio: en un Matra Ford, ganó con dos vueltas de diferencia sobre el segundo clasificado, Bruce McLaren, el padre de la famosa escudería.

Hasta 1975, Montjuïc y el circuito madrileño del Jarama se alternaron para albergar el GP de España. Pero el terrible accidente de Rolf Stommelen al final de la recta del estadio, en el que fallecieron cuatro personas, supuso el principio del fin para el barcelonés. El Jarama mantuvo la carrera hasta 1981, cuando su configuración ya no pudo con los cada vez más evolucionados bólidos de la F-1.

En 1986, el flamante circuito gaditano de Jerez trajo de nuevo la categoría máxima del automovilismo a España, pero cinco años más tarde, en 1991, la prueba se trasladó ya a Cataluña, a Montmeló, donde se viene celebrando ininterrumpidamente desde entonces. Eso sí, Jerez todavía albergó dos grandes premios de Europa de F-1.

El GP de España de F-1 se ha celebrado 33 veces. La de hoy es la 34ª edición. Todos los grandes pilotos figuran en su palmarés, incluido el brasileño Ayrton Senna. Pero, sobre todos, destaca el alemán Michael Schumacher, que lo ha ganado cinco veces y hoy saldrá de nuevo el primero. Por detrás, con tres victorias, figuran el finlandés Mika Hakkinen, el francés Alain Prost y los británicos Nigel Mansell y Jackie Stewart. Por escuderías, Ferrari cuenta con ocho triunfos, McLaren con siete y Williams con seis.

El español que más cerca ha estado de la victoria es precisamente Fernando Alonso, que acabó en la segunda posición el año pasado, pero otros siete han disputado la carrera: Paco Godia, Alex Soler-Roig, Emilio de Villota, Adrián Campos, Luis Pérez Sala, Marc Gené y Pedro Martínez de la Rosa. Falta, curiosamente, uno de los más grandes: el marqués Alfonso de Portago, muerto en 1957 en las Mille Miglia a bordo de un Ferrari.

Una imagen del Gran Premio de España disputado en Montjuïc en 1966.XAVIER MISERACHS

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