Poesía de la gente de a pie
La sombra de Robe Iniesta, de Extremoduro, se proyecta sobre este cantante y compositor sevillano, que presentaba en directo su disco Que se callen los profetas, un poemario musicado en clave de la calle y en el que los sentimientos extremos son la regla expresiva. Si bien las letras son de las que no dejan indiferente porque hablan de lo que casi nadie habla actualmente en las canciones -autoanálisis, soledades, ternura, antibelicismo desesperado...-, la parte musical es excesivamente clásica, no teniendo el oyente más remedio que comparar con, de nuevo, Extremoduro, Poncho K o, inclus...
La sombra de Robe Iniesta, de Extremoduro, se proyecta sobre este cantante y compositor sevillano, que presentaba en directo su disco Que se callen los profetas, un poemario musicado en clave de la calle y en el que los sentimientos extremos son la regla expresiva. Si bien las letras son de las que no dejan indiferente porque hablan de lo que casi nadie habla actualmente en las canciones -autoanálisis, soledades, ternura, antibelicismo desesperado...-, la parte musical es excesivamente clásica, no teniendo el oyente más remedio que comparar con, de nuevo, Extremoduro, Poncho K o, incluso, Marea y, la verdad, el sevillano no sale excesivamente bien parado.
No obstante, el talento interpretativo -él mismo afirma que no canta, sino que "interpreta" sus canciones- y esos versos con los que introduce sus temas, hacen que Albertucho exhiba una personalidad propia no exenta de interés. Lo mejor de su repertorio, sin lugar a dudas, vino al final, con temas como Pelo de gato, Mi estrella, El pisito y una emocionante canción titulada Pinto. Una buena propuesta, en fin, que sólo requiere cierta revisión en lo musical.
Albertucho
Albertucho (voz y guitarra), Tulo (guitarra), Bajo (bajo), Pedrote (batería) y Melchor (percusión). Sala El Sol. Madrid, 29 de abril.