OPINIÓN DEL LECTOR

Gracias

El lunes 12 de abril murió mi padre. Llevaba mucho tiempo enfermo. En los dos últimos años tuvimos que recurrir a una empresa privada de ayuda domiciliaria porque nuestras obligaciones laborales y familiares no nos permitían, a mis hermanos y a mí, atenderlo convenientemente.

María Loli y Rafa han cuidado a mi padre todo este tiempo. Trabajan para una empresa -no me importa en absoluto mencionar su nombre, Ceanen- a la que no queremos dejar de reconocer y agradecer de corazón su profesionalidad, su amabilidad, su buen hacer.

Pero, por encima de todo eso, quiero destacar el cariño...

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El lunes 12 de abril murió mi padre. Llevaba mucho tiempo enfermo. En los dos últimos años tuvimos que recurrir a una empresa privada de ayuda domiciliaria porque nuestras obligaciones laborales y familiares no nos permitían, a mis hermanos y a mí, atenderlo convenientemente.

María Loli y Rafa han cuidado a mi padre todo este tiempo. Trabajan para una empresa -no me importa en absoluto mencionar su nombre, Ceanen- a la que no queremos dejar de reconocer y agradecer de corazón su profesionalidad, su amabilidad, su buen hacer.

Pero, por encima de todo eso, quiero destacar el cariño, la sensibilidad con la que estas dos buenas personas han tratado a mi padre, el respeto que han mostrado a la dignidad de un ser humano absolutamente vulnerable como era él en todo este tiempo y la comprensión y la compañía que, sin reservas ni horario, han brindado a mi madre.

Cuando decidimos contratar su servicios, alguno de nosotros dijo: "El trabajo que no podemos hacer lo pagamos, que el cariño y la compañía ya la regalamos nosotros". Y se equivocaba.

María Loli y Rafa han regalado a manos llenas y con un tacto exquisito un afecto y una ternura tan grandes como es ahora nuestro agradecimiento, lo único con lo que eso puede pagarse. Muy posiblemente ellos estarán ya hoy cuidando a otro enfermo. A él sólo puedo darle la enhorabuena. Y a María Loli y a Rafa, en nombre de los míos, gracias.

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