Una cuestión de preferencia más que de poder adquisitivo

Muchos tienden a asociar la imagen del coleccionista o de amante del arte con alguien con un alto nivel adquisitivo, pero esta relación directa no es siempre cierta, según asegura la coordinadora de Artemanía, Carmen Merino. Para ella, iniciarse en las antigüedades depende principalmente de mostrar un interés especial por los testimonios del pasado. "Para poder formar una opinión, primero hay que conocer toda la oferta existente", afirma, y para ello, recomienda "visitar muchos museos, ferias, rastrillos y, sobre todo, leer muchos libros".

El mundo del arte, vasto y complejo, comprende ...

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Muchos tienden a asociar la imagen del coleccionista o de amante del arte con alguien con un alto nivel adquisitivo, pero esta relación directa no es siempre cierta, según asegura la coordinadora de Artemanía, Carmen Merino. Para ella, iniciarse en las antigüedades depende principalmente de mostrar un interés especial por los testimonios del pasado. "Para poder formar una opinión, primero hay que conocer toda la oferta existente", afirma, y para ello, recomienda "visitar muchos museos, ferias, rastrillos y, sobre todo, leer muchos libros".

El mundo del arte, vasto y complejo, comprende tal cantidad de manifestaciones que hasta los más expertos se muestran desorientados en ocasiones. Merino recomienda dejarse llevar por los sentidos y complacerse admirando los objetos que a cada uno le resulten más atractivos. "Debemos identificar lo que más nos gusta y pasar un buen rato".

Los debutantes en la compra de antigüedades encuentran en las ferias uno de los medios más propicios para adquirir una pieza. En ellas tienen muestras de los mejores objetos, la garantía de su veracidad y buen estado y la posibilidad de comparar la oferta. "El visitante de una muestra como Artemanía recibe asesoramiento directo de los expertos, algo que a los profesionales nos encanta: poder detallar las cualidades de las obras; y esto es algo que no se puede hacer en un museo, donde sólo contemplas la obra y no puedes palparla y ver la utilidad que tú le podrías dar".

Una de las certezas que circulan entre los que se mueven con facilidad en el arte y las antigüedades es que "las gangas no existen", por eso recomiendan hacerse con piezas, bien sean libros, muebles o joyas, en lugares en los que garanticen su autenticidad y verdadero valor. Así se evita el desengaño posterior.

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