25 mujeres y siete hombres

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Justicia es femenino y singular y ayer se escenificó de manera evidente. De los 32 nuevos fiscales destinados en Cataluña, 25 eran mujeres y sólo había siete hombres. Ya hace años que ellas son mayoría entre los nuevos fiscales, pero el porcentaje es cada vez mayor. En las promociones que salen anualmente de la Escuela Judicial la proporción es también de dos tercios a uno.

Lo que permanece inalterable desde hace años es que la práctica totalidad de los nuevos fiscales juran el cargo. Sólo uno prometió ayer y otros dos juraron y prometieron al mismo tiempo, seguramente traicionados por la pompa del acto. Una única fiscal empleó el catalán.

Guillem Vidal recordó a los fiscales dónde iban a ejercer. "Llegáis a una tierra caracterizada por su capacidad de acogimiento, donde impera la seriedad, la laboriosidad y el seny, que goza y presume de signos auténticos de identidad: historia, cultura y lengua", dijo el presidente del Tribunal Superior. Más adelante apostilló: "Llegáis a un territorio judicial referente de ideas, de proyectos y de realizaciones pioneras".

Anteriormente, recordó que lleva 36 años de juez y que aún se pregunta "por qué jueces y fiscales, que han logrado una convivencia pacífica, no han podido asentar su relación personal". Por eso pidió a los nuevos fiscales que vean al juez como "un compañero colaborador", en lugar de un contrario, como ocurre en algún juicio.

Mena afirmó que la sociedad catalana es "compleja y plural" y recordó a sus subordinados: "Comenzaréis a ejercer mañana, 14 de abril". Tampoco fue más allá, pero estaba aludiendo al 73 aniversario de la proclamación de la II República.