Crítica:JAZZ

Fluir conjunto

El OAM trío tiene nombre de mantra, pero sus componentes no necesitan prolegómenos para alcanzar la concentración; comparten un mundo propio que no se sabe cuánto tiempo les habrá costado crear, aunque se sospecha que han debido de trabajar laborables y festivos. Su compenetración, rozando el absoluto, suena a tarea ambiciosa, y su sentido del desarrollo conjunto de las piezas hace que los clímax lleguen al público con discreción nunca forzada.

Para el OAM, cuyo origen se encuentra en el neoyorquino club Small's, no vale el consabido y jerárquico orden de solos. Cada miembro tiene derec...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El OAM trío tiene nombre de mantra, pero sus componentes no necesitan prolegómenos para alcanzar la concentración; comparten un mundo propio que no se sabe cuánto tiempo les habrá costado crear, aunque se sospecha que han debido de trabajar laborables y festivos. Su compenetración, rozando el absoluto, suena a tarea ambiciosa, y su sentido del desarrollo conjunto de las piezas hace que los clímax lleguen al público con discreción nunca forzada.

OAM trío

Omer Avital (contrabajo), Aaron Goldberg (piano) y Marc Miralta (batería y percusión). Calle 54. Madrid. 2 y 3 de abril.

Para el OAM, cuyo origen se encuentra en el neoyorquino club Small's, no vale el consabido y jerárquico orden de solos. Cada miembro tiene derecho -incluso obligación- de rellenar huecos, repostar el depósito de combustible temático y de utilizarlo en beneficio del grupo, lo que no impide que las alas a los solistas se desplieguen. Marc Miralta demostró que se le van quedando estrechos los laureles que le señalan como uno de los mejores baterías europeos, y el pianista Aarón Goldberg hizo honor a su apellido haciendo variaciones sorprendentes, suaves madejas armónico-rítmico-melódicas.

Avital también hizo alguna travesura con las tres notas sagradas del coltraniano A love supreme. El hombre de la larga melena rizada animó a que el silencio, como un huésped inesperado pero bienvenido, desempeñase un papel decisivo en el diálogo a tres voces. En realidad, todas las piezas fueron expuestas con el primor de una tarta de boda y pudieron leerse con la facilidad de un tebeo. Simples espejismos, porque la música del OAM trío jamás empalagó y contó historias propias de una gran novela.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En