El jurado declara culpable al acusado de matar a una pareja y a su bebé en Vallecas

El jurado popular que desde el pasado día 16 enjuiciaba, en la Sección Decimoquinta de la Audiencia Provincial de Madrid, a Miguel Ángel N. A., de 35 años, acusado de haber asesinado y quemado a un matrimonio y al hijo de éste, de 10 meses, declaró ayer al procesado culpable de los hechos delictivos de haber dado muerte a las tres víctimas, de haberles robado y de haber empleado un arma de fuego sin el correspondiente permiso.

Así lo declaró probado ayer el tribunal, integrado por seis hombres y cinco mujeres, durante la emisión de su veredicto, alcanzado por unanimidad. Además se mostr...

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El jurado popular que desde el pasado día 16 enjuiciaba, en la Sección Decimoquinta de la Audiencia Provincial de Madrid, a Miguel Ángel N. A., de 35 años, acusado de haber asesinado y quemado a un matrimonio y al hijo de éste, de 10 meses, declaró ayer al procesado culpable de los hechos delictivos de haber dado muerte a las tres víctimas, de haberles robado y de haber empleado un arma de fuego sin el correspondiente permiso.

Así lo declaró probado ayer el tribunal, integrado por seis hombres y cinco mujeres, durante la emisión de su veredicto, alcanzado por unanimidad. Además se mostraron desfavorables a que el reo se beneficie de la remisión condicional de la pena que le sea impuesta, así como de que solicite el indulto de la sentencia.

En su fallo, los miembros del jurado declaran probado que hacia las dos de la tarde del 2 de mayo de 2002 Miguel Ángel estaba en su domicilio, sito en la calle de Ramón Pérez de Ayala, en el distrito de Puente de Vallecas, cuando los ya fallecidos, Modesto H. V., de 36 años, y María José G. J., de 33, se presentaron en la vivienda llevando a su bebé consigo. Al parecer, Modesto y María José habían acudido a la casa del acusado con la intención de adquirir recetas médicas que el procesado había robado días antes en un centro de salud y con las que traficaba para obtener un beneficio económico vendiéndoselas a terceros, a menudo toxicómanos con el síndrome de abstinencia.

En la residencia del procesado se produjo una discusión entre éste y Modesto, durante la cual ambos se agredieron mutuamente y sacaron sus respectivas armas. Mientras la víctima extrajo una pistola de fogueo, Miguel Ángel mostró a su oponente un revólver preparado para disparar. Durante la pelea, Modesto golpeó con su arma al acusado, efectuando a continuación "una o dos" detonaciones. Por su parte, el procesado dio dos tiros en el abdomen a Modesto, que se vio obligado a agacharse en cuclillas para aliviarse el dolor. En ese momento Miguel Ángel aprovechó para descerrajar al herido un disparo certero en la cabeza, que le causó la muerte instantánea.

Tras percatarse de que la esposa del hombre había presenciado toda la escena y de que, por tanto, podría delatarle ante la policía, el procesado se dirigió a ella y, a pesar de que ésta llevaba a su hijo en una mochila portabebés, le disparó en el oído izquierdo, causándole la muerte en el acto. Según el jurado, el imputado atacó a María José sin que ésta tuviera opción de defenderse. Posteriormente asestó un golpe en la cabeza al bebé, causándole la muerte en el acto. Varias horas más tarde arrancó las joyas que la pareja llevaba y arrastró los tres cadáveres hasta un callejón cercano, donde les tapó con un colchón, les roció con un líquido inflamable y les prendió fuego. Los tres cuerpos fueron hallados carbonizados.

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