MATANZA EN MADRID | Las víctimas

Jackeline Contreras no pudo despedirse de su padre

Jackeline Contreras Ortiz falleció oficialmente el 18 de marzo. Ella fue la víctima 202 del atentado. Pero su último acto vital fue una semana antes, el 11-M, cuando tomó un tren en Villaverde hasta la estación de Atocha. Allí, una de las bombas le produjo múltiples lesiones y pérdida de consciencia, que los médicos del hospital Gregorio Marañón mantuvieron para evitarle sufrimientos, hasta que falleció a las 17.30 del jueves.

"Nos queda el consuelo de que decidió irse luego de que llegaran su padre [desde Lima] y su hermano [de Nueva York]", comentaba ayer el embajador de Perú en Españ...

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Jackeline Contreras Ortiz falleció oficialmente el 18 de marzo. Ella fue la víctima 202 del atentado. Pero su último acto vital fue una semana antes, el 11-M, cuando tomó un tren en Villaverde hasta la estación de Atocha. Allí, una de las bombas le produjo múltiples lesiones y pérdida de consciencia, que los médicos del hospital Gregorio Marañón mantuvieron para evitarle sufrimientos, hasta que falleció a las 17.30 del jueves.

"Nos queda el consuelo de que decidió irse luego de que llegaran su padre [desde Lima] y su hermano [de Nueva York]", comentaba ayer el embajador de Perú en España, Fernando Olivera, quien se acercó al Tanatorio de la M-30 para "acompañar y ayudar en los trámites de repatriación del cuerpo". "Aunque Jakeline buscaba establecerse en España, amaba mucho a su país", añadió el embajador. Por eso su familia pidió al embajador una bandera peruana para acompañar al féretro. Con ella ya son cuatro las víctimas mortales peruanas del atentado.

La mujer, que tenía 22 años, había llegado con 20 a España. La mañana del 11 de marzo tomó el tren como cada día para ir a la casa de la colonia Mirasierra, al norte de Madrid, donde trabajaba de externa. La familia a la que atendía fue una de las numerosas que se acercaron ayer al velatorio. También acudieron muchos miembros de la colonia peruana en Madrid, alguno de los cuales no conocía personalmente a Jackeline, pero sí a sus tíos, primos y a sus dos hermanas, que también viven en Madrid.

La sexta hija

Antonio Contreras, el padre de la joven, llegó el miércoles desde Lima. No pudo ver a Jackeline consciente. "Jackeline [la penúltima de los siete hijos de Antonio, quien es viudo] estaba bien aquí. Semanalmente me comunicaba", acertó a declarar, todavía aturdido por el viaje y la tristeza. Pero su dolor no impidió que agradeciera el apoyo recibido en España, y que recordara a las otras víctimas del atentado, que se ensañó "con gente que sólo quería salir adelante".

Escoltándole, su hijo mayor, también Antonio, que vive en Nueva York, no se separaba de él. También él recordó a los demás heridos y muertos por el atentado. "Lamento mucho por el resto de las víctimas. Quiero transmitirles todo nuestro cariño y nuestro apoyo. Parece mentira lo que ha pasado. Nosotros salimos de Perú buscando un futuro y huyendo del terrorismo [el de Sendero Luminoso]...Habrá un momento en que esto tendrá que terminar", afirmó.

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Hoy al mediodía un avión se llevará el ataúd de Jackeline a su tierra, donde recibirá honores de Estado. Ahí la enterrarán en el cementerio de Buen Retiro, un lugar con el mismo nombre del parque madrileño por donde le gustaba pasear. "Estará al lado de su mamá", dijo el embajador.

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