Despropósito del Valencia

Los suplentes del Valencia fracasaron en Ankara, donde el conjunto de Rafa Benítez perdió ante la revelación del torneo, el modesto y desconocido Genclerbirligi turco, que se encontró con un regalo de Ayala en el minuto 11 y luego se dedicó a defender su ventaja. Lo hizo sin problemas, porque el Valencia apretó poco y mal. La decisión de Benítez de prescindir de algunos de sus primeros espadas puede costarle caro al equipo valencianista, que tendrá que remontar la eliminatoria dentro de dos semanas en Mestalla.

A la sombra de los equipos de Estambul, más ricos y competitivos, el Gencler...

Los suplentes del Valencia fracasaron en Ankara, donde el conjunto de Rafa Benítez perdió ante la revelación del torneo, el modesto y desconocido Genclerbirligi turco, que se encontró con un regalo de Ayala en el minuto 11 y luego se dedicó a defender su ventaja. Lo hizo sin problemas, porque el Valencia apretó poco y mal. La decisión de Benítez de prescindir de algunos de sus primeros espadas puede costarle caro al equipo valencianista, que tendrá que remontar la eliminatoria dentro de dos semanas en Mestalla.

A la sombra de los equipos de Estambul, más ricos y competitivos, el Genclerbirligi es uno de los dos equipos de Ankara, la capital administrativa turca. Hasta este año era un desconocido en el panorama europeo: ésta es su tercera participación en una competición internacional de clubes. Descolgado de los primeros puestos de su Liga, el Genclerbirligi ha encontrado refugio en la Copa de la UEFA, donde está aliviando sus penurias domésticas. El Blackburn, el Sporting de Lisboa y el Parma han probado la medicina de este modesto conjunto, entrenado por Ersun Yanal, uno de los entrenadores que aspira a tomar el relevo de Fatih Terim, el técnico turco que más prestigio ha alcanzado en los últimos años. De Yanal cuentan que se ha empapado de los métodos de entrenamientos de algunos de los técnicos más reputados de Europa. Hace años, estuvo en Valencia tomando notas de los entrenamientos dirigidos por Héctor Cúper, una de sus referencias. De hecho, dicen que tomó la fórmula del argentino como filosofía.

El Genclerbirligi puso contra las cuerdas al Valencia enseguida. Sin un sistema muy definido, un tanto anárquico, el conjunto turco se enganchó a un penalti de Ayala a Ozkan para mantener vivas sus esperanzas de seguir vivo en la competición. La jugada dejó en mal lugar a Ayala, que cometió un penalti absurdo, de patio de colegio.

Hasta esa acción, el desconocido equipo otomano se dedicó a enviarle pelotas a Youla, su delantero guineano. Éste es uno de los jugadores africanos que ha llegado al fútbol turco en los últimos años.

Youla incordió a la defensa valencianista con sus continuos desmarques y movilidad. Sin ser nada del otro mundo, fue una piedra en el zapato de la zaga española, tan desentonada en el primer tiempo como el resto de líneas. En el Valencia nadie fue capaz de tomar el mando. Sissoko peleó con unos y con otros, pero todavía está muy verde para llevar el timón. Y de Albelda hubo pocas noticias.

En la primera parte el conjunto de Rafa Benítez no dispuso de una sola ocasión. Pero lo peor fue la sensación de impotencia que dio: el brasileño Oliveira estuvo desasistido, tanto como Sánchez, superados en todo momento por la defensa rival. Por las bandas fracasaron Angulo y Xisco, quienes tuvieron escaso protagonismo.

El único equipo que creó peligro fue el Genclerbirligi, aunque de una forma un tanto alocada. Pero los turcos fueron a lo suyo, a defender como fuere la ventaja obtenida en el primer tiempo.

El Valencia tiró por primera vez a puerta con cierto peligro en el minuto 48. Fue Oliveira quien desde fuera del área enganchó un tiro con la zurda que metió en aprietos a Botonjic. Unos minutos más tarde, Sánchez encaró al meta local, pero se entretuvo tanto que un defensa llegó a tiempo para despejar. Nunca se sintieron cómodos Oliveira y Sánchez, quienes sufrieron el aliento de sus marcadores en el cogote. Éstos mantuvieron a raya al Valenci hasta el final.