OPINIÓN DEL LECTOR

'Bassibus'

Soy uno de los participantes en la excursión del Bassibus que, en uno de sus recorridos por lo peor de Madrid, acudió el domingo 7 de marzo al mitin de Rodrigo Rato en el Retiro. Primero quisiera expresar mi decepción por la particular visión de los hechos que se ha mostrado en distintos medios (prensa, radio, televisión) una vez más.

Después, no somos "seguidores", como se ha dicho, del señor Leo Bassi, sino pensadores libres que acudimos voluntariamente a expresar nuestra opinión en un acto público, o ¿es que en los mítines todo han de ser aplausos y vítores?

Nues...

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Soy uno de los participantes en la excursión del Bassibus que, en uno de sus recorridos por lo peor de Madrid, acudió el domingo 7 de marzo al mitin de Rodrigo Rato en el Retiro. Primero quisiera expresar mi decepción por la particular visión de los hechos que se ha mostrado en distintos medios (prensa, radio, televisión) una vez más.

Después, no somos "seguidores", como se ha dicho, del señor Leo Bassi, sino pensadores libres que acudimos voluntariamente a expresar nuestra opinión en un acto público, o ¿es que en los mítines todo han de ser aplausos y vítores?

Nuestras protestas fueron respondiendo a lo que, en nuestra opinión, no eran realidades contadas por Rodrigo Rato y compañía. Por lo tanto, sí escuchamos lo que decía, cosa que él no hizo. Él se limitó a algo muy grave: mentir, difamar y calumniar, diciendo -y cito sus palabras-: "Éstos son los que atacan las sedes, los que agreden concejales y los que no respetan la libertad de expresión..."; entre otras lindezas, llamarnos agresores y violentos es una acusación muy grave, y la libertad de expresión era lo que precisamente estábamos ejerciendo.

Ante este Gobierno que no escucha -recordemos el clamor popular por los casos del Prestige, la guerra de Irak, la Ley de Ordenación Universitaria...-, al que sólo le sirve la algarada y la demagogia; ante este Gobierno que intenta crear por todos los medios un clima de desencanto político, que evita el cara a cara y el debate, sólo nos queda provocar ese cara a cara en la calle.

Por cierto, nosotros fuimos los violentados por los seguidores del PP y por los escoltas y Policía Nacional; estos últimos trataron de intimidarnos y asustarnos reteniéndonos a la salida del Retiro, cuando candidatos y prensa ya se hallaban lejos. ¿Libertad? ¿De qué? Nuestra acción tenía un carácter festivo, de diversión y, por supuesto, reivindicativo. Nosotros no íbamos tras ninguna bandera política, tan sólo éramos más de doscientos ciudadanos que se niegan al pensamiento único, ciudadanos cabreados con los políticos que no escuchan, mienten y desgobiernan.

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