Un 30% de los inmigrantes en España es propietario de su vivienda

Un 30% de los inmigrantes que residen en España posee una vivienda en propiedad o está en trámites para su compra. La cifra, procedente del Instituto Nacional de Estadística (INE), está recogida en un estudio del Colegio de Economistas de Madrid sobre la inmigración en España. De aplicar ese 30% al último dato sobre extranjeros en España (2,6 millones, de los que 2,08 proceden de fuera de la Unión Europea), la cifra de inmigrantes con casa en propiedad equivaldría a 625.400 personas. No obstante, la encuesta de la que procede se elaboró antes de conocer ese dato, por lo que el porcentaje puede...

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Un 30% de los inmigrantes que residen en España posee una vivienda en propiedad o está en trámites para su compra. La cifra, procedente del Instituto Nacional de Estadística (INE), está recogida en un estudio del Colegio de Economistas de Madrid sobre la inmigración en España. De aplicar ese 30% al último dato sobre extranjeros en España (2,6 millones, de los que 2,08 proceden de fuera de la Unión Europea), la cifra de inmigrantes con casa en propiedad equivaldría a 625.400 personas. No obstante, la encuesta de la que procede se elaboró antes de conocer ese dato, por lo que el porcentaje puede haber variado.

Para la presidenta del INE, Carmen Alcaide, ese 30% de propietarios refleja que una parte de los flujos migratorios "tiene una vocación más estable" de permanencia en el país. Mayor es el volumen de extranjeros comunitarios con un inmueble propio en España: un 43% del total, según señaló ayer Alcaide en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid durante la presentación del número 99 de la revista Economistas. Este colectivo se compone en gran parte de extranjeros jubilados que buscan en España un clima más favorable para vivir. Frente a todos los extranjeros, comunitarios o no, los españoles con una vivienda en propiedad representan el 85% del total.

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El estudio, que aborda las repercusiones económicas y sociales del fenómeno de la inmigración en España, reconoce la aportación de los extranjeros en el ámbito laboral. La tasa de actividad de este grupo de población es muy superior a la de los españoles: un 69% de los extranjeros se halla en edad y disposición de trabajar, frente al 55,1% de la población total. También es superior la incidencia de la temporalidad, uno de los principales problemas del mercado laboral español. Frente al casi 31% en que se sitúa la temporalidad en general, para los extranjeros extracomunitarios el porcentaje aumenta hasta el 65%. De todos los inmigrantes, la tasa más baja de empleo temporal corresponde a las mujeres latinoamericanas (un 55%).

Más precariedad

Las actividades que suelen desempeñar los extranjeros son precisamente las más tendentes al empleo eventual. Ocho ramas (empleados de hogar, hostelería, agricultura, construcción, silvicultura, industria textil, del cuero y del calzado y fabricación de muebles) concentran el 66% del empleo de los extranjeros, frente al 25% del de los españoles. Juan Iranzo, vicedecano del Colegio de Economistas de Madrid, destacó en la presentación del informe que gran parte del empleo creado en España en los últimos años se ha satisfecho con inmigrantes.

Otra vertiente económica de la inmigración se traduce en el volumen de remesas que los extranjeros envían a sus países de origen. El año pasado, esta partida ascendió a 2.000 millones de dólares (1.612,9 millones de euros), según datos de la balanza de pagos.

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