Cartas al director

España, ¿modelo potencial para Europa?

El proyecto de la Unión Europea avanza lento inmerso en una red de problemas interdependientes (ampliación a la Europa central y del este, alejamiento entre élites europeas y sociedades nacionales, coincidencia con las reformas del Estado de bienestar y la globalización económica, falta de liderazgo europeísta en los dirigentes políticos, etc.).

Para que la integración europea, con el mercado común y la creciente integración política y legal, traiga un mayor grado de bienestar a los 450 millones de ciudadanos de la nueva UE, hay dos cuestiones clave: a) ¿cómo aprenden las socieda...

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El proyecto de la Unión Europea avanza lento inmerso en una red de problemas interdependientes (ampliación a la Europa central y del este, alejamiento entre élites europeas y sociedades nacionales, coincidencia con las reformas del Estado de bienestar y la globalización económica, falta de liderazgo europeísta en los dirigentes políticos, etc.).

Para que la integración europea, con el mercado común y la creciente integración política y legal, traiga un mayor grado de bienestar a los 450 millones de ciudadanos de la nueva UE, hay dos cuestiones clave: a) ¿cómo aprenden las sociedades a construir el bienestar socio-económico solidario en la actual creciente y ambivalente globalización económica? Mediante un sistema de interacción social: la solidaridad respecto a los bienes generales surge de la identificación colectiva, la cual emerge de la interacción y la participación social (interindividual y grupal). Y b) ¿cómo coordinar la ampliada diversidad de los 25 países de la UE, y cómo integrar los elementos positivos de cada tradición nacional y regional en la construcción de un modelo europeo de solidaridad y bienestar? Mediante un sistema de "descentralización coordinada".

Este sistema se fundamenta en dos principios: de subsidiaridad participada (sistema de toma de decisiones negociadas y consensuadas al nivel bajo más óptimo según el criterio de correlación entre masa crítica, recursos y acción), y de aprendizaje comparativo (sociedades, grupos sociales, instituciones y organizaciones aprenden por comparación e interacción; y así, cuanta mayor participación en el aprendizaje de lo que otros países, regiones y localidades hacen, mayor garantía de éxito en toda iniciativa de cambio y progreso).

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Las mejores capacidades para avanzar en la "descentralización coordinada" son la co-escucha y la pregunta reflexiva. En las actuales dinámicas de aprendizaje en el ámbito europeo España ofrece su experimento de descentralización política regional y local, entre las más equilibradas de Europa. Sin embargo, el experimento español tiene mucho que aprender y avanzar todavía para desarrollar sustancial y formalmente los dos principios de la descentralización coordinada.

Una mayor interacción entre el Metodo Abierto de Coordinación (el emergente instrumento de políticas de la UE) y la experiencia española harían avanzar el sistema general de 'descentralización coordinada', y, por lo tanto, contribuirían a que las sociedades aprendiesen a construir un mayor nivel de bienestar socioeconómico solidario.

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