Tribuna:AUTOMOVILISMO | Gran Premio de Australia de fórmula 1

McLaren se equivoca en coche y neumáticos

A estas horas, Ron Dennis debe de llevar un enfado de órdago. Es el patrón de la escudería McLaren y, por tanto, el máximo responsable de que las cosas funcionen en el equipo. Y en Melbourne, en la carrera inaugural del Mundial de F-1, nada le funcionó. La escudería equipada con motores Mercedes causó la primera gran decepción y demostró en la primera prueba que sus coches son lentos y poco fiables: peor imposible.

El McLaren de Raikkonen, uno de los pilotos llamados a competir por el título que posee Michael Schumacher, se paró a las 10 vueltas con la parte trasera bloqueada aparenteme...

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A estas horas, Ron Dennis debe de llevar un enfado de órdago. Es el patrón de la escudería McLaren y, por tanto, el máximo responsable de que las cosas funcionen en el equipo. Y en Melbourne, en la carrera inaugural del Mundial de F-1, nada le funcionó. La escudería equipada con motores Mercedes causó la primera gran decepción y demostró en la primera prueba que sus coches son lentos y poco fiables: peor imposible.

El McLaren de Raikkonen, uno de los pilotos llamados a competir por el título que posee Michael Schumacher, se paró a las 10 vueltas con la parte trasera bloqueada aparentemente por un problema de cambio o con el motor roto. Y Coulthard logró coger un punto, con una estrategia de dos paradas en boxes que tampoco les reportó beneficios importantes. Los dos coches no se han visto. Y no son pilotos ni bólidos para hacer un papel tan gris.

En las pruebas realizadas en la pretemporada comenzaron a vislumbrarse algunos de los problemas que podían tener, pero siempre mantuvieron unas expectativas que les situaban entre los cinco primeros. Sin embargo, la gravedad del asunto la marca el hecho de que ninguno de los dos coches ha funcionado. Y eso lleva a pensar que se han equivocado en todo: en el reglaje y en la elección de los neumáticos. Sus bólidos no fueron nada competitivos.

Aunque no es una excusa para ellos, puede que ahora estén pagando un poco el trajín que les supuso el cambio de sede de la escudería que se realizó el año pasado. Abandonaron sus cuarteles de Woking y se instalaron en un gran parque, bastante cercano, en Pantagon. Fue un traslado de envergadura porque centralizaron allí todos los departamentos de McLaren Mercedes y realizaron una inversión brutal. Comentarios que me han llegado aseguran que sólo en jardinería -hicieron lagos artificiales, fuentes, calles y mucha vegetación- se gastaron entre 80 y 90 millones de libras esterlinas (unos 128 millones de euros).

Tal vez eso les hizo perder un poco el ritmo de trabajo. Porque cuando el coche estuvo construido se encontraron con un problema añadido: su primer piloto de pruebas, Alex Wurz (1,83 metros y 83 kilos) no cabía en el cockpit, el espacio destinado al conductor. Fue un error de peso, y más teniendo en cuenta que el McLaren MP4-19 veía la luz después del fracaso del MP4-18, al que renunció el año pasado y acabó sirviendo sólo para evolucionar el coche actual. Existía, por tanto, mucha presión en el equipo. Y eso no es bueno para nadie.

Los problemas de McLaren y la mala carrera realizada por BMW Williams permitieron a Ferrari y Renault brillar de forma espectacular. Michael Schumacher fue el más rápido incluso cuando llevaba el tanque lleno de gasolina. Y estoy convencido de que, si la carrera le hubiera exigido más, su rendimiento habría sido superior. Para mí, hay tres personas que se merecen un 10 en el Gran Premio de Australia: Schumacher, Alonso y Barrichello.

El potencial de BMW sigue siendo una incógnita porque Montoya arruinó su carrera en la primera curva. Y en McLaren están ya procesando todos los datos de esta carrera para ser examinados y resueltos en las próximas dos semanas. Los mecánicos estarán de vacaciones hasta Sepang (Malaisia). Pero Dennis y los ingenieros ya vuelan rumbo a Inglaterra. Lo hicieron muy mal. Pero, aunque los coches viajen directamente a Malaisia, su estructura les permitirá encontrar soluciones para ser competitivos de nuevo.

Joan Villadelprat fue director de las escuderías Benetton y Prost y jefe de mecánicos de Ferrari.

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