Elecciones 2004

LA JORNADA EN UN MINUTO

Silencio

La manifestación de Barcelona fue una concentración silenciosa, pero poca gente calló durante las horas anteriores. Los dirigentes del PP vieron el acto como un montaje para "arropar a Carod y a los terroristas que no cumplen las condenas", "una farsa", "una gran hipocresía" y una "burda manipulación" para "legitimar la negociación política" con ETA. Demasiado ruido para el presidente del PP catalán, Josep Piqué, que admitió que el desmarque de su partido "puede tener costes electorales".

Madrid pasa factura

Ana Botella, tercera teniente de alcalde de Madrid, apro...

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Silencio

La manifestación de Barcelona fue una concentración silenciosa, pero poca gente calló durante las horas anteriores. Los dirigentes del PP vieron el acto como un montaje para "arropar a Carod y a los terroristas que no cumplen las condenas", "una farsa", "una gran hipocresía" y una "burda manipulación" para "legitimar la negociación política" con ETA. Demasiado ruido para el presidente del PP catalán, Josep Piqué, que admitió que el desmarque de su partido "puede tener costes electorales".

Madrid pasa factura

Ana Botella, tercera teniente de alcalde de Madrid, aprovechó el martes que una junta municipal había invitado a 1.400 pensionistas a un cocido en una sala de fiestas de la ciudad para pedirles que votaran a Mariano Rajoy. Botella aclaró ayer: "Probablemente, si me hubiera dado cuenta de que estaba en un cocido de carnaval, no habría pedido el voto". Probablemente no habría pedido ni la cuenta. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, dio orden de pasar la factura del cocido -21.000 euros- al Partido Popular, y así se hizo.

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"Estoy seguro de que encontraremos la fórmula", dijo ayer el portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, en referencia a los posibles debates televisados entre los candidatos. Esa fórmula, sin embargo, no consistirá en sentar a Rajoy y Zapatero en dos sillas y abrir los micrófonos para que discutan sus programas, ya que el PP ha exigido que intervengan en el debate los 12 partidos con representación parlamentaria. Muchas de esas formaciones ya han aceptado lo que, en opinión de Gaspar Llamazares, lleva visos de convertirse en un homenaje al "camarote de los hermanos Marx".

El espectro

José Luis Rodríguez Zapatero prometió "un giro al centro y a la izquierda" si llega al Gobierno. Felipe Alcaraz, cabeza de lista de IU por Sevilla, pareció quedarse con la primera mitad de la promesa: "Los socialistas combaten al PP pareciéndose al PP". Pero Mariano Rajoy prefirió concentrarse en la segunda parte: "Una coalición del PSOE, IU, ERC y el que pasa por allí es un peligro cierto para la economía española". La posición en el espectro ideológico resulta menos relevante para Josep Lluís Carod Rovira, que pidió "a los catalanes de derechas y que quieran votar conservador que no voten al PP, que voten a CiU".

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