Reportaje:FÚTBOL | Ida de los octavos de final de la Liga de Campeones

La Real se agarra a Anoeta

El equipo donostiarra defiende ante el Olympique de Lyón la inexpugnabilidad de su estadio

Tópicos. La Real y el Olympique de Lyón prefieren el tópico a la autoestima. Por ejemplo, cuando el sorteo les emparejó, como si uniera a los más débiles (junto a Lokomotiv y Monaco), todos se tentaron la ropa. Todos eran buenos, peligrosos y sorprendentes. Por ejemplo, cuando la Real apela, con razón, a la inexpugnabilidad europea de Anoeta, donde jamás ha perdido (cuatro victorias y dos empates), desde la temporada 1998/99, o cuando el Olympique presenta sus credenciales en el llamado grupo de la cerveza (junto al Bayern Múnich, Anderlecht y Celtic de Glasgow).

En Francia, ...

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Tópicos. La Real y el Olympique de Lyón prefieren el tópico a la autoestima. Por ejemplo, cuando el sorteo les emparejó, como si uniera a los más débiles (junto a Lokomotiv y Monaco), todos se tentaron la ropa. Todos eran buenos, peligrosos y sorprendentes. Por ejemplo, cuando la Real apela, con razón, a la inexpugnabilidad europea de Anoeta, donde jamás ha perdido (cuatro victorias y dos empates), desde la temporada 1998/99, o cuando el Olympique presenta sus credenciales en el llamado grupo de la cerveza (junto al Bayern Múnich, Anderlecht y Celtic de Glasgow).

En Francia, L´Equipe denominaba al Olympique "El rey del yo-yo" por su facilidad para despegarse y asomarse a la cabeza del título de Liga que defiende. Y la Real, más lejos de los puestos altos, sostiene la misma incertidumbre sobre sus aptitudes: revelación del 2004 y desatención en los minutos finales.

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Nadie se fía de nadie. Los dos piensan que tienen la oportunidad de aparecer en los cuartos de final, por sorpresa, a hurtadillas. Si acaso, el Olympique, entrenado por Paul Le Guen, reconoce que su objetivo es alcanzar esa meta. La Real combina sus objetivos: bien está sobrevivir ante el Olympique, pero conviene no olvidarse del Albacete, próximo rival en la Liga, que al final es lo que perdura.

Nadie se fia de nadie y nadie esconde nada. A saber: Le Guen se ha traído a San Sebastián (es un decir, porque aterrizaron en Biarritz y se alojaron en Anglet) a sus dos figuras recién recuperadas de sus lesiones, Juninho y Elber, y Denoueix ha incluido en la convocatoria a Karpin, con una contractura muscular, pero imprescindible por su actitud y por su juego.

No es tiempo de preservar nada. Más allá de las declaraciones rituales, es decir, la Real no quiere encajar un gol y el Olympique sueña con conseguirlo -aunque pierda-, de que Denoueix, por francés, juegue con ventaja, de que el Olympique cuente con Luyindula, que parece ser la nueva sensación francesa (aún siendo congoleño), de que Nihat no haya conseguido ni un gol en la Liga de Campeones, de que Lee pueda tener su penúltima oportunidad en la Real (si no juega Karpin)... Nadie arriesga nada. Puro tacticismo y a esperar.

Real Sociedad: Westerveld; Rekarte Schürrer, Jauregi, Aranzabal; Xabi Alonso, Alkiza; Lee, Nihat, Gabilondo; y Kovacevic.

Olympique: Coupet; Deflandre, Edmilson, Muller, Reveillere; Essien, Juninho; Diarra, Carriere, Malouda; y Luyindula.

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