Más de la mitad de los inmigrantes trabajan sin contrato y sin asegurar
CC OO alerta de que la mitad de los extranjeros trabaja sin contrato
Cada vez más jóvenes, cada vez más mujeres y procedentes sobre todo de Latinoamérica. Así son los inmigrantes que acuden al Centro de Información a los Trabajadores Extranjeros (CITE) de CC OO. Sus responsables presentaron ayer la memoria anual de este servicio, cuyas 36 oficinas de Cataluña atendieron el año pasado a más de 21.000 personas. El informe alerta también de que la mitad de los extranjeros trabaja sin contrato.
El retrato robot de la inmigración que dibujó ayer la memoria del CITE refleja que el 86% de los recién llegados tiene menos de 40 años. El 12% es menor de edad, el 2...
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Cada vez más jóvenes, cada vez más mujeres y procedentes sobre todo de Latinoamérica. Así son los inmigrantes que acuden al Centro de Información a los Trabajadores Extranjeros (CITE) de CC OO. Sus responsables presentaron ayer la memoria anual de este servicio, cuyas 36 oficinas de Cataluña atendieron el año pasado a más de 21.000 personas. El informe alerta también de que la mitad de los extranjeros trabaja sin contrato.
El retrato robot de la inmigración que dibujó ayer la memoria del CITE refleja que el 86% de los recién llegados tiene menos de 40 años. El 12% es menor de edad, el 27% tiene entre 19 y 25 años, y el 47% está entre los 26 y los 40. Por sexos, del estudio se desprende que las mujeres representan ya casi la mitad de los inmigrantes que llegan a Cataluña. Si en el año 2002 integraban el 42% de las consultas recibidas por el servicio, el año pasado sumaron el 48,26%. En algunos colectivos, las mujeres superan en número a los hombres, como en el caso de los inmigrantes llegados de Ecuador, Colombia, Bolivia, Perú, la República Dominicana y Rusia. Esta feminización de la inmigración se percibe incluso entre las mujeres marroquíes, que el año pasado representaron el 40% del total de consultas de sus compatriotas.
El capítulo que completa la realidad de la inmigración según la memoria del CITE es la procedencia. Como ya han plasmado otros estudios, el presentado ayer confirma que 2003 fue el primer año en el que los inmigrantes procedentes de países latinoamericanos -sobre todo de Ecuador, Perú, Bolivia y Uruguay- superaron a los originarios de Marruecos, que durante años ha ocupado el primer lugar.
La memoria del CITE también describe la situación laboral de los inmigrantes que viven en Cataluña. En este sentido, alerta de que más de la mitad (55%) de los que trabajan lo hacen sin contrato ni alta en la Seguridad Social. Los datos obtenidos por el servicio alertan de que incluso el 6% de los inmigrantes que tienen regularizada su situación trabajan sin contrato laboral.
Explotación laboral
"Esto revela que hay empresarios que aprovechan a la inmigración para reducir costes explotando a trabajadores que no tienen ningún derecho", concluyó el presidente del CITE y responsable del departamento de Migraciones de CC OO, Ghassan Saliba. "Faltan respuestas, como un proceso de regularización extraordinario, un acuerdo entre agentes sociales para erradicar la economía sumergida y más recursos orientados a mejorar el bienestar de los inmigrantes", denunció Saliba.
La falta de contrato laboral afecta de forma especial a los inmigrantes que trabajan en el servicio doméstico, la agricultura y la venta ambulante. En cambio, el sector industrial es el que menos presenta esta práctica, con el 75% de trabajadores inmigrantes contratados. La industria destaca también por haber duplicado el número de trabajadores inmigrantes, pasando de emplear el 8% del total del colectivo de extranjeros en 2002, al 14,57% en 2003.
Los datos sobre los sectores económicos en los que trabajan los inmigrantes confirman también una realidad que se observa con facilidad: que los inmigrantes se especializan en unos empleos u otros en función de su procedencia. Así, los originarios de Latinoamérica son mayoría en el sector del servicio doméstico y la limpieza; marroquíes y senegaleses se dedican preferentemente a la construcción y la agricultura, y los ciudadanos procedentes de China optan sobre todo por la hostelería.