Columna

O no será

La censura previa también se globaliza. Pero en una verdadera democracia debería ser fulminantemente destituido aquel que, ostentando cargo, se atreviera a exigir mordazas para sus presuntos trapicheos. Y eso es lo que ha hecho un Carlos Fabra al que la jueza ha tenido que decir que ni lo sueñe.

Pero puede estar tranquilo. Para la inmensa mayoría que sólo se informa por televisión ni existe el caso Fabra ni ha sido anulada judicialmente la privatización de RTVV. Toda la "información política" consiste en declaraciones de unos (muchas) y de otros (menos), para muermo y saturación de un e...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La censura previa también se globaliza. Pero en una verdadera democracia debería ser fulminantemente destituido aquel que, ostentando cargo, se atreviera a exigir mordazas para sus presuntos trapicheos. Y eso es lo que ha hecho un Carlos Fabra al que la jueza ha tenido que decir que ni lo sueñe.

Pero puede estar tranquilo. Para la inmensa mayoría que sólo se informa por televisión ni existe el caso Fabra ni ha sido anulada judicialmente la privatización de RTVV. Toda la "información política" consiste en declaraciones de unos (muchas) y de otros (menos), para muermo y saturación de un electorado comprensiblemente cada vez más abstencionista. Y hablando de televisiones, bochornosa la reacción del conseller valenciano de "Cultura"que, ante la solicitud desde Cataluña de recibir Punt 2, contesta que no quiere ver "tele Carod Rovira" (ya nos daríamos con un canto en los dientes con la mitad de la mitad...)

¿Cómo interesar al público en una vida parlamentaria que aburre hasta las ovejas, o en unos rifirrafes en clave interna y personalista que no pasan de chascarrillo para boletín confidencial?

El que da de sí, como volvimos a comprobar esta semana pasada con llenazo en su conferencia de prensa, es José Bono. Con medio PSPV temblando cada vez que anuncia visita, ha vuelto a decirnos que nacionalismo es egoísmo, y que eso desemboca en separación, y que él está a favor de la clase obrera viva donde viva, y de todo lo que perjudique electoralmente a los nacionalistas. Mientras, su anfitrión sonreía aprobador. El autoproclamado "no nacionalista" Joan Ignasi Pla ignora u olvida que, como ha quedado demostrado, "el País Valenciano será de izquierdas o no será" (remember Joan Fuster).Y que el joven y fresco valencianismo de los años 60, del que somos deudores, fue ejercido por muchos socialistas aún afiliados (aunque marginados) que impulsaron decisivamente aquel intento de construcción de una sociedad más moderna y cohesionada, menos provinciana y sucursal... de un país con política. A la vista está que nos quedamos a mitad de camino hacia el ser. Porqué será, será. Como cantaba el poeta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En