La ONE centrará su próxima temporada en Viena y sus vanguardias

El director Josep Pons presenta un programa rompedor y atractivo

Este año se ha ido notando. Pero a partir del 1 de octubre, la próxima temporada de la Orquesta Nacional de España llevará el sello renovador, atrevido y de riesgo de su nuevo director, Josep Pons. Habrá 10 conciertos con la Viena de 1900 como motor, un homenaje al Quijote y tres semanas del programa Carta blanca dedicadas al compositor Hans Werner Henze. "Es el programa que se merece una ciudad tan cosmopolita como Madrid", dice Pons.

Como anunció al tomar la nave, "no será sólo una experiencia acústica, sino también estética". Ayer, Pons lo repitió ya con pruebas en la m...

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Este año se ha ido notando. Pero a partir del 1 de octubre, la próxima temporada de la Orquesta Nacional de España llevará el sello renovador, atrevido y de riesgo de su nuevo director, Josep Pons. Habrá 10 conciertos con la Viena de 1900 como motor, un homenaje al Quijote y tres semanas del programa Carta blanca dedicadas al compositor Hans Werner Henze. "Es el programa que se merece una ciudad tan cosmopolita como Madrid", dice Pons.

Como anunció al tomar la nave, "no será sólo una experiencia acústica, sino también estética". Ayer, Pons lo repitió ya con pruebas en la mano. A los 24 conciertos -ocho de ellos dirigidos por él- habrá que sumar exposiciones y ciclos de conferencias para reflexionar sobre el hecho creativo de la Viena de 1900, el Quijote, cuyo IV centenario se celebra en 2005, y la carta blanca de Henze. Ha involucrado en su proyecto a la Residencia de Estudiantes, a la Filmoteca Española y a la sala de exposiciones de Nuevos Ministerios para celebrar debates, simposios, muestras y encuentros que tengan que ver con lo que se escucha.

Ayer estaba contento, explicó detalladamente los 24 programas y se detuvo en otros ciclos de cámara, para los que se formarán diferentes conjuntos pequeños de músicos de la orquesta. "Hoy quería compartir con todos ustedes este esfuerzo, que nos ha costado seis meses de trabajo", aseguraba. Lo hacía por si acaso, por si la semana que viene, los ánimos de los músicos dan al traste con su propuesta, ya que están en negociaciones duras con el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) para arreglar el contencioso de los atrasos que les deben por utilizar sus propios instrumentos, del que habrá noticias pronto y cuya existencia de diálogo negaron ayer los músicos de la orquesta, según informa Efe.

"Esperemos que todo vaya bien y que se calmen los ánimos", decía Pons junto a Andrés Amorós, director del INAEM. "Espero y deseo que todo lo anunciado aquí se pueda llevar a cabo", añadía Amorós. La conflictividad ha disminuido con respecto a la temporada pasada, pero muchos temen que los músicos boicoteen una nueva temporada que abre muchas puertas de aire fresco y que fue alabada ayer por todos.

Habrá mezclas de géneros, estrenos y música contemporánea que irá de la mano con los clásicos. Mucho Haydn, mucho Mozart, mucho Beethoven y Schubert junto a sus hijos más dignos, junto a Mahler, a Schönberg, a Webern, la escuela vienesa más rompedora. Habrá intérpretes de lujo y se dará la batuta a directores jóvenes como Semyon Bychkov, Ivan Volkov o Pedro Halffter. "Hemos tenido como modelos a Berlín, Nueva York, Londres y París: las grandes ciudades cosmopolitas, porque es lo que esta ciudad necesita", asegura Pons, que este fin de semana dirige una nueva obra de Jesús Torres en el Auditorio Nacional. Y sobre el miedo que puede existir a que el abonado tradicional y más clásico huya de sus asientos, Pons calmó los ánimos: "No queremos echar a nadie, pero necesitamos fijarnos en nuevos públicos".

Josep Pons.
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