12 años de cárcel a unos padres por golpear a su hija de dos meses

La Audiencia de Madrid ha condenado a 12 años de cárcel a Norma G. P. y a Adrián A. P. como responsables de un delito de lesiones causadas en febrero de 2002 a su hija de dos meses, quien tuvo que ser intervenida de urgencia en un centro hospitalario de Madrid para salvar su vida.

La Sección Séptima de la Audiencia ha absuelto a los acusados del delito de intento de asesinato del que les acusaba el fiscal, pero les condena a 12 años de cárcel a cada uno por un delito de lesiones con las circunstancias agravantes de parentesco y de alevosía. Además, ambos deberán indemnizar a la pequeña...

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La Audiencia de Madrid ha condenado a 12 años de cárcel a Norma G. P. y a Adrián A. P. como responsables de un delito de lesiones causadas en febrero de 2002 a su hija de dos meses, quien tuvo que ser intervenida de urgencia en un centro hospitalario de Madrid para salvar su vida.

La Sección Séptima de la Audiencia ha absuelto a los acusados del delito de intento de asesinato del que les acusaba el fiscal, pero les condena a 12 años de cárcel a cada uno por un delito de lesiones con las circunstancias agravantes de parentesco y de alevosía. Además, ambos deberán indemnizar a la pequeña con 500.000 euros por las secuelas causadas y con 54 euros por cada día que pase hasta que sane definitivamente de sus heridas.

Según el relato de hechos probados, Norma y Adrián, ambos de nacionalidad argentina, tuvieron una hija el 25 de diciembre de 2001, que permaneció bajo su custodia los primeros dos meses, compartiendo los tres habitación en un domicilio de la calle de Valmojado de Madrid. "Desde una fecha que no consta, pero en todo caso a partir de los primeros días de febrero de 2002", dice la sentencia, la pequeña "fue objeto, en el interior de la habitación que compartía con sus progenitores, de repetidos golpes, zarandeos y movimientos bruscos que se fueron produciendo a lo largo de varios días".

Fracturas

El 16 de febrero, la madre, ante la imposibilidad de hacerlo el padre "por motivos profesionales", llevó a la niña a un servicio de urgencias, quedando la menor ingresada en el hospital Clínico San Carlos. En el centro hospitalario se le apreció la existencia de "convulsiones, fracturas costales múltiples, fractura de fémur, lesiones hemorrágicas e isquemias cerebrales en distintos estados evolutivos, fractura lineal a nivel occipital bilateral y hematomas subdurales agudos".

"La menor precisó urgente intervención quirúrgica para salvar su vida", agrega la sentencia, que detalla que esta operación fue autorizada judicialmente ante la imposibilidad de localizar a los padres y recalca que los traumatismos craneales "pudieron acabar con su vida de no haber mediado la urgente intervención". Además, los psicólogos del centro constataron en la menor reacciones de miedo y rechazo al contacto humano.

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El 26 de febrero se acordó quitar la tutela de la niña a los padres y, tras pasar por una residencia de menores, la Comisión de Tutela del Menor de la Comunidad de Madrid autorizó el acogimiento familiar permanente de la pequeña con su abuela materna. En octubre de 2002, la pequeña presentaba gravísimas secuelas por severa atrofia cerebral, hipotonia generalizada con menor respuesta espontánea en las extremidades derechas y severa pérdida visual.

La Audiencia considera que las lesiones fueron provocadas por un "acometimiento violento y plural, idóneo para provocar la muerte en la menor".

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