Cinco días sepultado entre ruinas
AGENCIAS | Ankara
Mohamed Kalem, a sus 16 años, tenía ayer lista su tumba. Su padre contaba las horas para enterrarlo cuando un estruendo de alaridos y gritos de entusiasmo anunció un milagro en la ciudad turca de Konya: Mohamed estaba vivo y en buen estado tras pasar cinco días y 11 horas enterrado, sin comer ni beber, después de que un edificio de 11 plantas se le viniera encima y acabara con la vida de más de medio centenar de personas.