Fama de héroe y villano

Sobre el perfil de Juan Asensio recae un sinfín de méritos y deméritos, a medio camino entre el rumor, la verdad y la ficción, que lo encumbraron como mito en Almería. De su paso por Alcalá Meco destacó siempre su amistad con el banquero Mario Conde, de quien se dijo, mientras cumplía condena por la muerte del empresario belga Christian Poulin, que ejerció de protector en la prisión. Una de sus últimas proezas tenía lugar meses atrás, al reducir él sólo a un delincuente cuando huía con un maletín con 90.000 euros robado a un hombre de negocios. Asensio lo agarró y, con su cinturón, lo ató a un...

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Sobre el perfil de Juan Asensio recae un sinfín de méritos y deméritos, a medio camino entre el rumor, la verdad y la ficción, que lo encumbraron como mito en Almería. De su paso por Alcalá Meco destacó siempre su amistad con el banquero Mario Conde, de quien se dijo, mientras cumplía condena por la muerte del empresario belga Christian Poulin, que ejerció de protector en la prisión. Una de sus últimas proezas tenía lugar meses atrás, al reducir él sólo a un delincuente cuando huía con un maletín con 90.000 euros robado a un hombre de negocios. Asensio lo agarró y, con su cinturón, lo ató a un árbol hasta que llegó la policía.

Sobre su sombra siempre planeó la sospecha de la autoría del crimen de su primera mujer, Ángeles García Dionis, que nunca se probó. Las circunstancias de su muerte no se alejan mucho de lo ocurrido ayer al empresario. Ángeles fue acribillada a balazos por la espalda el 1 de marzo de 1985 cuando tenía 47 años, cerca de la vivienda de su hija. En aquellas fechas la pareja tramitaba su separación. La policía llegó a encontrar hasta ocho casquillos de bala y el asesino fue descrito por los agentes en un primer momento como un hombre "algo calvo" y de mediana estatura, rasgos coincidentes con Asensio. El empresario permaneció retenido durante 72 horas en comisaría y el juez decretó su prisión preventiva. El 7 de marzo el juez instructor decretó su puesta en libertad sin fianza ante la "inexistencia de pruebas sólidas y concluyentes". Varios meses después Asensio vivió una encendida polémica con el ya extinto diario La Crónica y su director, Joaquín Abad, que desembocaron en rifirrafes jurídicos y amenazas al periodista.

Asensio no conoció condena hasta el año 1992 por el asesinato del belga Christian Poulin, de 42 años, y propietario de los clubes de alterne Maxim's y La Ola, en Aguadulce. Poulin acababa de salir de la cárcel tras cumplir condena por su implicación en una red de trata de blancas. Semanas después la Guardia Civil detuvo a Asensio como presunto autor de la muerte de Poulin. Cumplió condena primero en la prisión de El Acebuche y en Alcalá Meco.

Su tozudez le llevaron a encararse con poderosas distribuidoras de cine. El episodio más conocido ocurrió en 2001, con el estreno de la primera entrega de El Señor de los anillos que los almerienses no pudieron ver en sus salas. Asensio denunció favoritismo hacia otros cines por negarse la distribuidora a facilitarle copias.

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