Las exportaciones llevan la economía de Rusia a un crecimiento del 7%
El producto interior bruto (PIB) de Rusia creció un 7% en 2003, según un informe difundido ayer por el ministerio ruso de Desarrollo Económico y Comercio. Según el documento, el incremento del PIB en diciembre de 2003 fue del 8,3% respecto al mismo mes de 2002.
Entre los factores de crecimiento, el informe ministerial destacó la "elevada demanda exterior, la coyuntura de comercio exterior favorable para los principales productos de exportación rusos y la conversión de la demanda exterior en demanda interna, especialmente en el campo de las inversiones".
De acuerdo con los cálculo...
El producto interior bruto (PIB) de Rusia creció un 7% en 2003, según un informe difundido ayer por el ministerio ruso de Desarrollo Económico y Comercio. Según el documento, el incremento del PIB en diciembre de 2003 fue del 8,3% respecto al mismo mes de 2002.
Entre los factores de crecimiento, el informe ministerial destacó la "elevada demanda exterior, la coyuntura de comercio exterior favorable para los principales productos de exportación rusos y la conversión de la demanda exterior en demanda interna, especialmente en el campo de las inversiones".
De acuerdo con los cálculos del Ministerio de Desarrollo Económico, de los siete puntos porcentuales de crecimiento del PIB sólo dos obedecen al aumento del precio promedio del petróleo ruso en los mercados internacionales. "La mayor parte del crecimiento (4,5 puntos porcentuales) ha sido producto de factores internos como el aumento de las inversiones de capital y de los ingresos de la población", subraya el informe, que atribuye el medio punto porcentual restante al "efecto base" de 2002.
Según el primer ministro ruso, Mijaíl Kasiánov, 2003 ha sido "uno de los años más exitosos" de las reformas postsoviéticas. En 2003 se multiplicaron por seis los ritmos de inversiones en la economía rusa, lo que permitió a Kasiánov afirmar que el país "ya está en la trayectoria que le permitirá duplicar su PIB en diez años". Precisamente ésta es la meta que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha encomendado al Gobierno como "mínimo necesario" para superar el retraso de la economía rusa respecto a las de los países desarrollados de Occidente.