LA PRECAMPAÑA POPULAR

Cámara, focos, intriga, acción...

El PP criticó mucho la decisión del PSOE, en las elecciones municipales y autonómicas del pasado mayo, de impedir la entrada de cámaras de televisión a sus actos y ofrecer a todos una señal institucional grabada por el partido. Pues ya lo ha copiado. Y ayer una sola cámara recogió y ofreció la fórmula teatral con la que Mariano Rajoy anunció que Rodrigo Rato será su número dos por Madrid. Esa misma cámara fue la única que pudo recoger cómo los militantes populares le cantaron el "adiós con el corazón que con el alma no puedo..." a José María Aznar después de una sentida loa a su figura persona...

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El PP criticó mucho la decisión del PSOE, en las elecciones municipales y autonómicas del pasado mayo, de impedir la entrada de cámaras de televisión a sus actos y ofrecer a todos una señal institucional grabada por el partido. Pues ya lo ha copiado. Y ayer una sola cámara recogió y ofreció la fórmula teatral con la que Mariano Rajoy anunció que Rodrigo Rato será su número dos por Madrid. Esa misma cámara fue la única que pudo recoger cómo los militantes populares le cantaron el "adiós con el corazón que con el alma no puedo..." a José María Aznar después de una sentida loa a su figura personal y política que glosó su sucesor, Mariano Rajoy.

El candidato del PP se deshizo en elogios hacia Aznar. "Yo me he sentido presidido", le dijo para prometer que intentará hacerlo "tan bien" como él. Y la cámara enfocaba al presidente del Gobierno. La misma cámara que enfocó a Rato cuando Rajoy habló de él sin citar su nombre y la misma, al fin, cuando Ana Botella hizo oficial la designación del vicepresidente primero como número dos dándole un beso. Y todo en directo, en perfecta señal realizada.

Rajoy planteó el anuncio de que hará tandem con Rato como un acertijo: "Yo no le ofreceré el número dos de la lista por Madrid a media España". Grandes risotadas, pues en el PP presumen de que el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció a varias mujeres ese puesto antes de decidirse por Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo. La cámara enfoca por vez primera a Rodrigo Rato, que empieza a ponerse rojo. Rajoy matiza: "Lo digo con el debido respeto a las decisiones de las demás personas, sobre las que no opino porque no sé opinar de lo que no conozco". Otra puntilla: "Lo que sí quiero deciros es que aquellos que quieran defender nuestras posiciones yo no se lo pondré tan difícil como los del PSOE se lo ponen a sus incondicionales, que se lo ponen muy difícil". Más risas militantes.

Golpe de teatro

Con la afición así de entregada, Rajoy dio un golpe más de teatro: "Cuando diga una cosa diré una. El número dos de la lista por Madrid sólo se lo he ofrecido a una persona. Que además lo ha aceptado". La cámara, la única, enfocó a Rato; los aplausos se prolongaron durante un minuto y, en ese intervalo, la mujer del presidente del Gobierno le dio un beso a su compañero de partido -le tenía al lado- y después Aznar le tendió la mano.

Rajoy siguió la función: "¡Pero si yo no he dicho quién es el numero dos por Madrid!". Más juerga entre la militancia y una conclusión del candidato: "Yo se lo he puesto más fácil al PSOE que ellos a mí, porque yo no puedo opinar de su número dos por Madrid, porque no la conozco, y ellos sí pueden opinar del número dos que yo llevaré".

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