Reportaje:MÚSICA

Versiones radicalmente diferentes

LAS VERSIONES de Peter Grimes en disco compacto y DVD forman un apasionante retrato de la inquietante ambigüedad de una ópera que admite lecturas radicalmente diferentes. En la primera grabación discográfica, dirigida por el propio Britten (Decca, 1958), con Peter Pears, Claire Watson y James Pease, el compositor traza una tragedia colectiva, sin cargar las tintas en los conflictos, abriendo una puerta a la meditación tras la tragedia. Colin Davis, por el contrario, se implica más y traza un retrato más crudo, más sombrío, más demoledor. La interpretación de Jon Vickers, en los antípoda...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

LAS VERSIONES de Peter Grimes en disco compacto y DVD forman un apasionante retrato de la inquietante ambigüedad de una ópera que admite lecturas radicalmente diferentes. En la primera grabación discográfica, dirigida por el propio Britten (Decca, 1958), con Peter Pears, Claire Watson y James Pease, el compositor traza una tragedia colectiva, sin cargar las tintas en los conflictos, abriendo una puerta a la meditación tras la tragedia. Colin Davis, por el contrario, se implica más y traza un retrato más crudo, más sombrío, más demoledor. La interpretación de Jon Vickers, en los antípodas del siempre refinado Pears, es más creíble y su lado obsesivo y visionario deja una huella imponente tanto en la grabación discográfica (Philips, 1978), como en la producción del Covent Garden, con una poca imaginativa puesta en escena de Elijah Moshinski, disponible en DVD (Warner, 1981). En las dos opciones destaca a su vez la fabulosa Heather Harper. Dos versiones grabadas en los noventa, dirigidas respectivamente por Bernard Haitink (Emi, 1993) y Richard Hickox (Chandos, 1996), interesan más por el brillo orquestal y el buen oficio de las batutas, con repartos solventes encabezados respectivamente por Anthony Rolfe-Johnson y Felicity Lott, y Philip Langridge y Janice Watson, pareja también en el montaje de la English National Opera, dirigido por David Athernon, con una decepcionante puesta en escena de Tim Albery (Decca, 1994).

Más información

Archivado En