OPINIÓN DEL LECTOR

Navidad en la granja

Se acercaba, como cada año, la Navidad y todos los animales se reunieron para hacerle, con todos los respetos, un reproche a Dios. Querían preguntarle, siendo como es el Padre de todas las criaturas, por qué se había encarnado en ser humano, y sólo en ser humano, olvidando al resto de sus hijos. El Padre los recibió muy sereno, sonrió, y se quedó observándoles un rato, con mirada de infinito cariño, finalmente les contestó: cada día sufro, y muero, con cada una de las criaturas sacrificada en cualquier parte del mundo, padezco en mis carnes su dolor, y en el último aliento bendigo, y perdono, ...

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Se acercaba, como cada año, la Navidad y todos los animales se reunieron para hacerle, con todos los respetos, un reproche a Dios. Querían preguntarle, siendo como es el Padre de todas las criaturas, por qué se había encarnado en ser humano, y sólo en ser humano, olvidando al resto de sus hijos. El Padre los recibió muy sereno, sonrió, y se quedó observándoles un rato, con mirada de infinito cariño, finalmente les contestó: cada día sufro, y muero, con cada una de las criaturas sacrificada en cualquier parte del mundo, padezco en mis carnes su dolor, y en el último aliento bendigo, y perdono, a mi verdugo.

Los animales se miraron en silencio y miraron al hombre: en todos los ojos se advertía pena y vergüenza, pero en los ojos del hombre se adivinaba la mayor de las penas, y la mayor de las vergüenzas.

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