MÚSICA PARA REGALAR

La selva de los DVD clásicos

A lo largo de 2003 el parque de aparatos lectores de DVD ha aumentado muchísimo en nuestro país, con la consiguiente bajada de precios. Aunque siguen inéditas en este sistema películas inmortales, han sido publicados innumerables títulos y la venta promedio por título aumenta. Esta situación, sin embargo, no está teniendo en el campo de la música clásica una correspondencia acorde con esta explosión del mercado. Las compañías editoras y distribuidoras de DVD, tal vez escarmentadas por lo mal que se dio el laser disc (bueno, fueron ellas mismas las que acabaron con él: nunca le tuvieron ...

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A lo largo de 2003 el parque de aparatos lectores de DVD ha aumentado muchísimo en nuestro país, con la consiguiente bajada de precios. Aunque siguen inéditas en este sistema películas inmortales, han sido publicados innumerables títulos y la venta promedio por título aumenta. Esta situación, sin embargo, no está teniendo en el campo de la música clásica una correspondencia acorde con esta explosión del mercado. Las compañías editoras y distribuidoras de DVD, tal vez escarmentadas por lo mal que se dio el laser disc (bueno, fueron ellas mismas las que acabaron con él: nunca le tuvieron fe), están actuando con excesiva cautela en la publicación de DVD; las más poderosas del mercado en el ámbito clásico -Universal, EMI, Warner, Sony, BMG- no han creído en el DVD, y parece que siguen sin creer. Y le han dejado el campo libre a las pequeñas: lo que llevan vendido Arthaus o TDK lo han perdido definitivamente. Pero son las grandes las que poseen (o poseían para el vídeo y el laser disc) los derechos sobre las filmaciones musicales más importantes. La mayoría de éstas siguen inéditas en DVD (con una llamativa excepción: las grabaciones operísticas del Metropolitan de Nueva York dirigidas por James Levine): ¿cómo es que no las han lanzado a la venta? Responsables de las grandes compañías comentan que los propietarios de muchas de esas prestigiosas filmaciones no son sus empresas, sino productoras de vídeo (Unitel, Metropolitan, Telemondial...) que les vendieron los derechos para los soportes anteriores (vídeo y laser disc) y quieren renegociarlas para el DVD a precios tan altos que vuelven dudosa su rentabilidad. El caso es que el aficionado que las conoció en aquellos soportes clama por ellas. Pero no tienen trazas de salir... Esta ausencia ha dado lugar, incluso, a que se lancen grabaciones realmente lamentables por su calidad técnica e interpretativa: ¡quien piense que por estar en un sistema tan avanzado como el DVD todas se van a ver y a oír bien está aviado! Tengo constancia de las numerosas devoluciones que muchos melómanos han hecho en las tiendas donde compraron DVD de ciertas marcas... no precisamente baratas: algunas son desconocidas, pero otras lucen el logo de un prestigioso teatro de ópera italiano.

Sigue sin haber un solo DVD de una ópera de Wagner absolutamente recomendable, mientras siguen inéditas Tristán (el de Ponnelle y el de Heiner Müller) la Tetralogía y Parsifal de Barenboim...

, entre otras interpretaciones filmadas. Ni siquiera de todos los principales títulos de los popularísimos Verdi o Puccini hay versiones de primera línea. Algunas, incluso, están ya ¡descatalogadas!: es el caso de la Madama Butterfly de Karajan y Ponnelle (Decca), una obra de arte. O sea, que sin estar cubiertos los huecos básicos, siguen llenándose otros menores con versiones de todos los niveles.

Algunas de las óperas más resaltables de las publicadas en los últimos meses en concepciones escénicas más bien tradicionales son Mefistofele, de Boito, protagonizada por Ramey, dirigiendo Arena y Carsen (Arthaus); L'Orfeo, de Monteverdi, por Savall y Deflo (en el Liceu de Barcelona, BBC); Los cuentos de Hoffmann, de Offenbach, con Plácido Domingo y dirigiendo Prêtre y Schlesinger; La fanciulla del West, de Puccini, con Carol Neblett y Domingo, dirigida por Santi y Faggioni; Manon Lescaut, con Kiri te Kanawa y Domingo, dirigiendo Sinopoli y Friedrich (las tres Warner/NVC); Turandot, con Marton y Domingo, Levine y Zeffirelli (D. G.); Capriccio, de Richard Strauss, con Kiri y dirigiendo Runnicles y Lawless, o Lohengrin, con Domingo y Studer, dirigiendo Abbado y W. Weber (ambas Arthaus).

Escenificaciones más audaces o innovadoras son las de Los Troyanos de Berlioz, con Polaski y dirigiendo Cambreling y Wernicke; Peter Grimes, de Britten, protagonizada por Langridge y dirigida por Atherton y Gavin; Tamerlano, de Haendel, por Pinnock y J. Miller (las tres Arthaus); Kata Kabanová, de Janácek, con Denoke y dirigida por Cambreling y Marthaler (TDK); Il ritorno di Ulisse, por Harnoncourt y Gruber (Arthaus); Così fan tutte, de Mozart, con Röschmann y dirigiendo Barenboim y Dörrie (TDK); La mujer sin sombra, de Strauss, por Solti y Friedrich (Decca), u Otello, de Verdi, con Domingo, Frittoli y Nucci bajo dirección de Muti y Vick (TDK).

Además de óperas, se publican algunos conciertos, singularmente de las series en la Waldbühne de Berlín (programas populares al aire libre con grandes directores) o los Conciertos de Europa de la Orquesta Filarmónica de Berlín (TDK unos y otros), ensayos y actuaciones de grandes nombres de la dirección orquestal (entre éstos, el concierto de San Silvestre en Berlín Invitación a la danza por Barenboim y el de Año Nuevo en Viena con Harnoncourt, ambos TDK), películas o documentales sobre cantantes (entre éstos destacan últimamente el retrato de Waltraud Meier, TDK, y Conversaciones con Maria Callas, EMI) y sobre ilustres solistas: Menuhin, Oistrakh, Richter

... Ojo, por cierto, con la serie Classic Archive de EMI: los primeros títulos que lanzaron no se oían en algunos equipos de música más que por un canal; en los últimos ha desaparecido este problema. En ballet, sobresale Romeo y Julieta, de Prokófiev, en coreografía de MacMillan y bailado en La Scala por Ángel Corella y Alessandra Ferri (TDK). Los precios no suelen ser ya muy altos, sobre todo comparados a los de los cedé: una ópera suele costar (incluso la misma versión) más en este soporte que en DVD, y, además se han impuesto las ediciones con subtítulos en castellano.

De izquierda a derecha, Plácido Domingo, Georg Solti y Kiri Te Kanawa, en 1992.REUTERS

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