"Déjenle libre, déjenle jugar"

El entrenador del Boca Juniors, Carlos Bianchi, tiene dos hijos y tres nietos. Pero, si si le toca a un jugador de su equipo, actual o pasado, se transforma en el padre de una familia numerosa. Se le nombra, por ejemplo, a Riquelme, ahora en el Villarreal, y salta como un resorte con un "¿qué hay con Román?; déjenle libre, déjenle jugar...".

Bianchi dice que hay cosas que no comprende. "O que yo no llego a comprender", matiza. Y trata de explicarse: "Yo siempre digo que los ricos, a veces, se confunden. Se compran un día un ferrari; al otro, un mercedes o un bmw, y ...

El entrenador del Boca Juniors, Carlos Bianchi, tiene dos hijos y tres nietos. Pero, si si le toca a un jugador de su equipo, actual o pasado, se transforma en el padre de una familia numerosa. Se le nombra, por ejemplo, a Riquelme, ahora en el Villarreal, y salta como un resorte con un "¿qué hay con Román?; déjenle libre, déjenle jugar...".

Bianchi dice que hay cosas que no comprende. "O que yo no llego a comprender", matiza. Y trata de explicarse: "Yo siempre digo que los ricos, a veces, se confunden. Se compran un día un ferrari; al otro, un mercedes o un bmw, y después los tienen a todos en el garaje. ¿Para qué? Si con un solo coche se puede andar... Y esto es lo mismo. Cuando no se piensa antes para qué se va a utilizar a los jugadores que se traen, uno se equivoca. Es evidente que no había un buen diálogo entre el [ex] presidente del Barcelona [Joan Gaspart] y el [ex] entrenador [Louis van Gaal] cuando contrataron a Riquelme".

El técnico argentino no tiene dudas de que su compatriota "es un jugador para cualquier fútbol del mundo porque, en su puesto, es bastante completo". Ahora bien, ¿cuál es su puesto? "Para mí", opina, "es un enganche típico. El problema es que el fútbol español y el italiano tienen ahora al 4-4-2: cuatro defensas, cuatro volantes y dos delanteros. La defensa con tres se está pasando de moda y se va a volver a la línea de cuatro atrás. Los clubes más importantes, el Manchester United, el Bayern Munich, el Real Madrid..., juegan con la línea de cuatro en el fondo. Y el caso es que Román no es para jugar un 4-4-2. Él está para un 4-3-1-2: tres volantes, un enganche libre y dos delanteros. O, como el Valencia el curso pasado, que hacía un 4-4-1-1, aunque a mí no me gusta jugar con un solo delantero. Yo prefiero sacar un volante y poner un enganche y dos delanteros. Eso depende de lo que quiera arriesgarse cada uno".

¿Pero, entonces, el preparador tiene que adaptar el sistema para que pueda jugar Riquelme? Si ésa es la pregunta, Bianchi tampoco tiene dudas: "¿Y qué diferencia hay con Ronaldinho hoy? ¿Cuál es el puesto de Ronaldinho? Yo creo que lo que hay que decirle es: 'Busca la posición que te resulte más cómoda'. Y desequilibrá". Ronaldinho es un jugador para que desequilibre en cada jugada. Yo no le puedo decir: 'Haz esto, esto y esto'. No. Le tengo que dar libertad... A Cruyff no se lo encasillaba. Y a Riquelme tampoco se le tiene que encasillar. Ni a Riquelme, ni a Aimar, ni a Zidane... ¿O a Platini le encasillaban? ¿De qué juega Valerón? Es un enganche, ¿o no? Algunos dicen que Riquelme no anduvo bien en el Barcelona. Pero yo quiero saber quién anduvo bien en aquel equipo, sacando a Saviola, que marcó veintipico goles".

Finalmente, Bianchi concede que el entrenador tiene derecho a dejar fuera a Riquelme "si piensa en otro sistema". De inmediato, eso sí, exclama: "¡Pero cómo no vas a tener en cuenta a un jugador como Riquelme!".