Ocho inmigrantes denuncian que han sido despedidos tras trabajar dos meses sin cobrar

Emigraron con un sueño y se encontraron con un infierno. Ocho inmigrantes chilenos denunciaron ayer la "explotación laboral" de la que han sido víctimas tras abandonar su país con una oferta de trabajo que luego no se correspondió con la realidad. Dos meses después de llegar a Cataluña, la constructora que les contrató, Proyectados 2000, les ha despedido, no les ha pagado los salarios y les ha echado del piso donde se alojaban.

El "sueño" -explica uno de los trabajadores, Celso Fernández - empezó hace año, cuando el administrador de Proyectados 2000 se reunió en Chile con los ocho opera...

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Emigraron con un sueño y se encontraron con un infierno. Ocho inmigrantes chilenos denunciaron ayer la "explotación laboral" de la que han sido víctimas tras abandonar su país con una oferta de trabajo que luego no se correspondió con la realidad. Dos meses después de llegar a Cataluña, la constructora que les contrató, Proyectados 2000, les ha despedido, no les ha pagado los salarios y les ha echado del piso donde se alojaban.

El "sueño" -explica uno de los trabajadores, Celso Fernández - empezó hace año, cuando el administrador de Proyectados 2000 se reunió en Chile con los ocho operarios y les propuso trabajar para su empresa, de Sant Pere de Ribes (Garraf). No dudaron en aceptar la oferta: 1.200 euros mensuales, además de alojamiento, manutención y transporte durante un año y con una jornada de 40 horas semanales. "Nos ofrecía el doble de lo que ganábamos", agrega Fernández.

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Los trabajadores llegaron a Cataluña el pasado 1 de septiembre. La empresa les cedió un piso en Gavà, pero se desentendió de la manutención, les obligó a trabajar 10 horas diarias de lunes a sábado (60 horas semanales) y a final de mes no les pagó ni un euro, explica Fernández. Tampoco cobraron al mes siguiente, a pesar de sus protestas. Sólo recibieron, a principios de noviembre, 300 euros. Los trabajadores volvieron a alzar la voz y el administrador les dijo por teléfono, el pasado 12 de noviembre, que estaban despedidos. "Cuando llegamos al piso habían cambiado el cerrojo y nos quedamos en la calle". Ahora se alojan en una sede de Cruz Roja.

Este periódico no consiguió ayer establecer contacto con la empresa.

El sindicato CC OO, que ha asesorado al grupo de chilenos, ha presentado una denuncia ante el juez que reclama la nulidad de los despidos y tiene previsto presentar otra para que los trabajadores cobren los salarios que la empresa les adeuda.

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