Crítica:

Estrategias en la pintura

Con la posmodernidad apareció en el lenguaje artístico el término "estrategia", de origen claramente militar. Así, los artistas más que idear o componer sus obras lo que tienen que hacer es "diseñar una estrategia" para mostrarlas, conseguir hilar un argumento o coartada sobre los que intentar justificar algo que, por su carácter vanguardista (otro término militar), desprecia la sujeción a las normas hasta entonces establecidas. No sé hasta qué punto algún artista o alguno de los críticos que argumentan estos ardides han sido capaces de leer algún tratado de arte militar, pero en muchos textos...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Con la posmodernidad apareció en el lenguaje artístico el término "estrategia", de origen claramente militar. Así, los artistas más que idear o componer sus obras lo que tienen que hacer es "diseñar una estrategia" para mostrarlas, conseguir hilar un argumento o coartada sobre los que intentar justificar algo que, por su carácter vanguardista (otro término militar), desprecia la sujeción a las normas hasta entonces establecidas. No sé hasta qué punto algún artista o alguno de los críticos que argumentan estos ardides han sido capaces de leer algún tratado de arte militar, pero en muchos textos redactados con motivo de exposiciones se argumentan repliegues, ataques laterales, invasiones y otras tácticas cuyo sentido, en el mejor de los casos, debería conducir a hacer avanzar el arte en ese campo de batalla que es el mundillo del arte.

CARLOS MAÑO

Galería Carmen de la Guerra

San Pedro, 6. Madrid

Hasta el 20 de noviembre

Una de las tácticas utilizadas por el mítico Andy Warhol fue el apropiacionismo icónico, consistente en tomar imágenes que forman parte del acerbo popular y reproducirlas como obra de arte elitista. Este juego, ya muy manoseado, es el utilizado ahora por el pintor gallego Carlos Maño (Zaragoza, 1960). En este sentido, se puede decir que su pintura responde a una estrategia pop ya que, como hacía Warhol, saca de contexto unas imágenes, fácilmente reconocibles por cualquiera, que simplifica y resuelve con tintas planas de colores saturados.

Sin embargo, ¿qué sentido tiene ahora, cuarenta años después, hacer pintura pop? Ninguno, si no fuera porque estas pinturas parecen no querer ser mera copia de una copia, sino que siguen una estrategia en la que se articulan diferentes tácticas, tales como el principio collage, la redundancia en los mismos iconos, la utilización de estructuras de acumulación, los cambios de escala, la superposición de imágenes de distinta naturaleza y la división del espacio pictórico en cuarteles de color, lo que hace que estos cuadros acumulen tal nivel de manipulación como para superar la trivialidad que supone la simple mezcla de iconos de la cultura masmediática con imágenes de la historia de la pintura. Efectivamente, como sucede en las obras del Equipo Crónica, se aprecia en la pintura de Carlos Maño suficientes rasgos de ironía como para poder tomar una distancia crítica con respecto a los modelos de los que se apropia, aunque será necesario que el artista tome algunas precauciones para no dejarse llevar por la atracción de lo banal y caer en el pastiche.

Archivado En