TECNOLOGÍA

Expertos en soportes magnéticos auguran la convivencia con los chips

Alcanzar una capacidad de almacenamiento en disco duro superior a los 100 gigabits de información por pulgada cuadrada, un techo anunciado en el que IBM y Fujitsu se disputan el sprint, marca la nueva frontera de la industria de materiales magnéticos. Así se recoge en el documento sobre necesidades tecnológicas en este sector, publicado por la Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica.

La grabación magnética supone en la actualidad casi el 50% del total de la industria mundial basada en materiales con propiedades de imantación. Se trata de un sector que en 2001 movió en todo...

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Alcanzar una capacidad de almacenamiento en disco duro superior a los 100 gigabits de información por pulgada cuadrada, un techo anunciado en el que IBM y Fujitsu se disputan el sprint, marca la nueva frontera de la industria de materiales magnéticos. Así se recoge en el documento sobre necesidades tecnológicas en este sector, publicado por la Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica.

La grabación magnética supone en la actualidad casi el 50% del total de la industria mundial basada en materiales con propiedades de imantación. Se trata de un sector que en 2001 movió en todo el planeta en torno a los 20.000 millones de euros, según Manuel Vázquez, miembro del Instituto de Ciencias de los Materiales de Madrid.

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Presentes en transformadores y generadores eléctricos, automóviles (cada uno dispone de no menos de 20 imanes distintos), billetes de transporte y tarjetas de crédito, entre otros muchos dispositivos cotidianos, el campo expansivo de los materiales magnéticos continúa siendo, no obstante, el de las tecnologías de la información, incluyendo las propiedades magnetoópticas de los nuevos soportes. El constante incremento en la capacidad de almacenamiento de datos y las exigencias de un mercado volcado cada vez más en la transmisión de información multimedia son las causas del dinamismo de esta industria.

Otra de las áreas de trabajo pasa por la mejora de las propiedades de los materiales, lo que, según el informe Cotec, permitiría reducir las pérdidas de energía eléctrica en sus procesos de distribución. En España, el 1,4% del gasto energético total anual se pierde por disipación a la atmósfera en forma de calor. Esto supone desperdiciar unos 1.400 millones de kilowatios/hora al año, cantidad que se podría reducir considerablemente con la mejora de las propiedades magnéticas de los materiales.

Respecto a una eventual sustitución de las tarjetas basadas en bandas magnéticas por tarjetas inteligentes mediante chips, los especialistas en soportes por imantación se muestran convencidos de que unas y otras tendrán una larga coexistencia. Para Vázquez, esta convicción se basa en el bajo coste de la materia prima necesaria para las tarjetas magnéticas, una "cuestión de coste" que también enfatizó Marta San Román, investigadora de la empresa Hispano Ferritas.

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