Osasuna, firme

El Sadar asistió ayer a un partido de tiovivo, abierto hasta el último tramo, cuando Osasuna demostró que su buen comienzo en la Liga no es fruto de la casualidad, sino de un trabajo bien realizado y de una mentalidad ganadora.

Tras un toma y daca carente de argumentos futbolísticos, a excepción del genial Valdo, los últimos 25 minutos fueron vertiginosos. Osasuna asedió al Murcia, que capeó las incursiones rojillas hasta que el colegiado expulsó a dos de sus jugadores.

Con nueve enfrente, los de Aguirre se dieron un festín de fútbol, valientes siempre y con contragolpes de libro...

El Sadar asistió ayer a un partido de tiovivo, abierto hasta el último tramo, cuando Osasuna demostró que su buen comienzo en la Liga no es fruto de la casualidad, sino de un trabajo bien realizado y de una mentalidad ganadora.

Tras un toma y daca carente de argumentos futbolísticos, a excepción del genial Valdo, los últimos 25 minutos fueron vertiginosos. Osasuna asedió al Murcia, que capeó las incursiones rojillas hasta que el colegiado expulsó a dos de sus jugadores.

Con nueve enfrente, los de Aguirre se dieron un festín de fútbol, valientes siempre y con contragolpes de libro. El Murcia, entre expulsiones y lesiones, acabó destrozado.

Al final, una victoria merecida que mantiene a Osasuna en la cúspide de la tabla y deja al Murcia derrotado y con notables secuelas: Maciel, en una clínica con doble rotura de tobillo y el curso acabado, y Pedro Largo, con rotura muscular.