Cartas al director

Urdaci

Soberbia. Es la única definición posible para la actitud de Alfredo Urdaci en los telediarios del día 16 de octubre.

A pesar de dedicar medio telediario a los actos de conmemoración del 25º aniversario del papado, no puede evitar caer en uno de los siete pecados capitales. Con una postura propia de los dioses (aquellos del crepúsculo, espero) aparece durante 21 segundos, entre sendas cortinillas de "cabreo máximo", y espeta un texto que convierte a Comisiones Obreras en CECE OO (literal), lo recorta sobre fondo negro (estoico él), y desprecia (sobre todo) a esos juececillos que se atrev...

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Soberbia. Es la única definición posible para la actitud de Alfredo Urdaci en los telediarios del día 16 de octubre.

A pesar de dedicar medio telediario a los actos de conmemoración del 25º aniversario del papado, no puede evitar caer en uno de los siete pecados capitales. Con una postura propia de los dioses (aquellos del crepúsculo, espero) aparece durante 21 segundos, entre sendas cortinillas de "cabreo máximo", y espeta un texto que convierte a Comisiones Obreras en CECE OO (literal), lo recorta sobre fondo negro (estoico él), y desprecia (sobre todo) a esos juececillos que se atreven a cuestionar su lealtad al PP y a su programa de Gobierno (caiga quien caiga, por supuesto). Ni una sola mención a la posibilidad de haber confundido los datos sobre las manifestaciones del 20 de junio (al fin y al cabo la causa de la condena) ni a su propósito de enmienda.

Afortunadamente los ciudadanos mortales sabemos que la información es panteísta y rendimos culto, cada vez con más frecuencia, en otros altares.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
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