Necrológica:

Arthur Berger, compositor y crítico musical

Arthur Berger, el compositor estadounidense cuya música rigurosa y sobriamente orquestada abarca el neoclasicismo y el serialismo, y fue también escritor y crítico, falleció el martes 7 de octubre en un hospital de Boston. Tenía 91 años y vivía en Cambridge, Massachusetts. Berger formaba parte de la oleada de compositores formados en París, cuyo trabajo contribuyó a establecer un estilo estadounidense en los años cuarenta, un estilo que, dentro del espíritu de la cultura estadounidense, se transformó para dar cabida a nuevos intereses y técnicas.

Como Aaron Copland y Virgil Thomson, con...

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Arthur Berger, el compositor estadounidense cuya música rigurosa y sobriamente orquestada abarca el neoclasicismo y el serialismo, y fue también escritor y crítico, falleció el martes 7 de octubre en un hospital de Boston. Tenía 91 años y vivía en Cambridge, Massachusetts. Berger formaba parte de la oleada de compositores formados en París, cuyo trabajo contribuyó a establecer un estilo estadounidense en los años cuarenta, un estilo que, dentro del espíritu de la cultura estadounidense, se transformó para dar cabida a nuevos intereses y técnicas.

Como Aaron Copland y Virgil Thomson, con quienes estuvo relacionado, Berger estuvo fascinado en sus primeros años por la música de Stravinski, y adoptó aspectos del estilo rítmicamente marcado de Stravinski, así como la claridad textual clave del neoclasicismo de Stravinski. El trabajo de Berger mantuvo una animosa urbanidad que daba la impresión de una mayor abstracción, y mantuvo su popularidad por méritos propios, a diferencia de Copland y Thomson. Magnificó esa distancia a finales de los años cincuenta, incorporando técnicas de 12 tonos en su música, que conservaba sus contornos neoclásicos.

Arthur Berger nació en Nueva York el 15 de mayo de 1912. Empezó a tocar el piano cuando tenía 11 años y escribió sus primeras composiciones mientras estaba en el instituto. Aunque se matriculó en el City College en 1928, no inició sus estudios formales de composición hasta que pasó a la Universidad de Nueva York, donde terminó la licenciatura en 1934. También se hizo amigo de Copland, y se unió al grupo informal de Jóvenes Compositores de Copland.

Con el compositor Bernard Hermann, que aún no se había hecho un nombre como compositor de bandas sonoras para películas, Berger publicó Musical Mercury, una revista dedicada a la música tradicional y contemporánea. Dirigió la revista durante tres años, al tiempo que estudiaba composición con Walter Piston, Hugo Leichtentritt y Archibald Thompson Davison en Harvard, donde obtuvo un master en 1936. En 1937 se trasladó dos años a París para estudiar con Nadia Boulanger, la profesora francesa de teoría y composición que ejerció una influencia esencial sobre Copland.

A su vuelta de París en 1939, Berger se unió al cuerpo docente de Mills College, en Oakland, California, donde también continuó sus estudios de composición con Darius Milhaud. Después dio clases en Brooklyn College, Juilliard School, Brandeis University y The New England Conservatory, retirándose de la docencia en 1999. Berguer también escribió reseñas para The Boston Transcript y The New York Sun a mediados de los años cuarenta, y se unió a Thomson como crítico en The New York Herald Tribune. En 1962 contribuyó a fundar Perspectives on New Music, una publicación erudita que estuvo dirigiendo por un breve periodo. Su autobiografía, Reflections of an American Composer, fue publicada por la University of California Press en 2002.

La producción musical de Berger incluye obras para orquesta, solos y coro, pero sus composiciones más duraderas y variadas son para orquesta de cámara y piano. Aún se sigue interpretando habitualmente su primer trabajo importante, el Cuarteto para instrumentos de viento (1941), una vívida pieza neoclásica dedicada a Copland. La serie de duetos, para violín y piano (1948), violonchelo y piano (1951) y oboe y clarinete (1952), sigue sonando vital y fresca, y su música para piano encierra mucho poder y belleza.-

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