Reportaje:

La moda de no seguir la moda

Los índices de gestión alternativa superan a la ganancia obtenida por las bolsas en los últimos 10 años

La gestión alternativa no sigue tendencias y sus gestores buscan oportunidades al margen de subidas o bajadas.Sus máximos representantes son los hedge funds, que han cobrado un gran protagonismo en los mercados financieros. Están presentes en las operaciones de fusiones, intentando arañar una ganancia. Se dedican al arbitraje, y suelen utilizar futuros y opciones para ampliar las ganancias de sus apuestas o cubrir determinados riesgos. En España esta gestión alternativa se ha iniciado recientemente y está descafeinada por las limitaciones en sus inversiones. El índice de los ...

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La gestión alternativa no sigue tendencias y sus gestores buscan oportunidades al margen de subidas o bajadas.Sus máximos representantes son los hedge funds, que han cobrado un gran protagonismo en los mercados financieros. Están presentes en las operaciones de fusiones, intentando arañar una ganancia. Se dedican al arbitraje, y suelen utilizar futuros y opciones para ampliar las ganancias de sus apuestas o cubrir determinados riesgos. En España esta gestión alternativa se ha iniciado recientemente y está descafeinada por las limitaciones en sus inversiones. El índice de los hedge funds ha logrado superar en los últimos 10 años la rentabilidad de las bolsas europea y estadounidense.

El objetivo de la gestión alternativa es alcanzar un nivel absoluto de rentabilidad, con independencia de la evolución de los mercados

No importa que las bolsas suban o bajen, o por dónde vaya la marcha de los tipos de interés. La gestión alternativa busca las oportunidades sin apuntarse a la tendencia. Por ello, no se comparan con los índices de los mercados en los que invierten: van por libre.

Este tipo de gestión, que tiene su máximo exponente en los polémicos hedge funds, ha demostrado ser más rentable que la inversión bursátil pura y dura. El índice Credit Suisse First Boston de hedge funds muestra que 100 euros invertidos en 1993 se han convertido en 260 euros. En igual periodo, el dinero invertido en el índice estadounidense SP 500 es de 210 euros, mientras que en el europeo Stoxx 50 se habrían convertido en 155 euros.

Sabadell Banca Privada ha elaborado un estudio en el que ofrece las grandes claves de esta nueva forma de gestionar de buenos resultados, y que está presente en las operaciones empresariales y en los movimientos financieros con un protagonismo creciente. En la reciente fusión de Dragados y ACS han estado presentes este tipo de fondos, que también han saltado a las primeras páginas de los periódicos en momentos de quiebra o impagos de sociedades o de la deuda estatal.

Los analistas de esta firma definen la gestión alternativa como aquella cuyo objetivo es alcanzar un nivel absoluto de rentabilidad, con independencia de la evolución de los mercados. La gestión tradicional, en cambio, persigue la superación de la rentabilidad de un índice de referencia o benchmark, ya sea de renta fija, de renta variable o una combinación de ambos en el caso de las carteras mixtas. En realidad, la gestión alternativa no supone una eliminación del riesgo, sino una traslación del mismo desde el mercado hacia el gestor. La desfavorable evolución de las bolsas durante los últimos años ha despertado el interés por las inversiones no ligadas al comportamiento de los mercados, lo que a su vez ha permitido a la industria de la gestión alternativa experimentar un fuerte desarrollo hasta los 650.000 millones de dólares de patrimonio.

Baja diversificación

Arlo Carrió, analista de Sabadell Banca Privada explica que la gestión asociada a los hedge funds se caracteriza por la posibilidad de tomar posiciones cortas (vender apostando a caídas de precio) en toda clase de activos, lo que permite sacar provecho de mercados bajistas. Además, utilizan el apalancamiento para sacar más provecho de las oportunidades. Cuentan con una escasa diversificación de su patrimonio, consecuencia de una gestión por oportunidades, y en estos fondos es muy frecuente el uso de derivados financieros (futuros y opciones).

En España, las Instituciones de Inversión Colectiva (fondos y SIMCAV) se encuentran sometidas a fuertes limitaciones en sus posibilidades de inversión, que reducen el margen de maniobra para una gestión de estas características. Sobre todo porque no se pueden concentrar riesgos. Queda un espacio para acceder a una gestión de rentabilidad absoluta con objetivos de rentabilidad moderados, que resulta atractiva en el contexto actual de tipos de interés. La inversión directa en hedge funds extranjeros conlleva una problemática fiscal. Al estar la mayoría de ellos domiciliados en paraísos fiscales, los inversores deberán tributar por un régimen de atribución de rentas que incluye una revalorización presunta del 15% anual. Dicha presunción admite prueba en contrario, según explican los expertos.

Riesgos

Los analistas de Sabadell Banca Privada explican los distintos tipos de riesgo que se asumen.

1. Riesgo gestor. El hecho de que sea el mismo equipo gestor el que activamente explote oportunidades para generar rentabilidad expone al inversor al riesgo de que el equipo sea el inadecuado. Para minimizarlo es importante, si es posible, conocer al equipo gestor.

2. Riesgo operativo. La aplicación de las oportunidades muchas veces es compleja. Existe un riesgo que errores en la aplicación supongan elevadas pérdidas amplificadas por el apalancamiento.

3. Riesgo de mercado. Riesgo de pérdida debido a cambios de factores de mercado como la volatilidad o la correlación entre activos. La relación entre dos activos puede ser cambiante.

4. Riesgo de liquidez. La elevada concentración de posiciones en las carteras de los hedge funds puede dificultar la entrada o salida de una estrategia a los precios de mercado.

5. Riesgo de crédito. El uso extensivo de derivados se hace en muchos casos a través de mercados no organizados (OTC), que aportan el producto a la medida de lo que necesita el gestor. La contrapartida es la exposición al riesgo de crédito del emisor del derivado.

6. Demasiados gestores. El hecho que aumente el número de gestores que simultáneamente intenten explotar una misma ineficiencia magnifica riesgos como el de liquidez.

Los hedge funds han tenido un claro protagonismo en la reciente fusión de Dragados y ACS.

Estrategias más habituales de los hedge funds

Las estrategias propias de los hedge funds han ido segmentando la industria. Éstas son algunas de las más importantes, según explican los analistas de Sabadell Banca Privada.

1. Global Macro: Explota cambios en el entorno macroeconómico.

2. Event driven: Invierte en compañías que se encuentran en situaciones especiales.

3. Long-short: Se trata de la estrategia que lleva más tiempo llevándose a cabo. El gestor inicialmente compraba las acciones de aquellas compañías que creía que debían comportarse mejor que la bolsa, y tomaba posiciones cortas (vendidas) en aquellas que creía que debían comportarse peor. La clave de la estrategia reside en que el capital comprado se compensara con el vendido eliminando el riesgo de mercado para el inversor (market neutral). En la actualidad, no es necesario hablar de acciones para llevar a cabo este tipo de estrategias; pueden realizarse sobre cualquier tipo de activo (índices, materias primas, divisas...).

4. Estrategias de arbitraje: Una operación de arbitraje, es una operación con ganancia sin riesgo. Los gestores de los hedge funds intentan explotar ineficiencias en la formación de los precios de los mercados financieros. Varios activos con el mismo subyacente pueden presentar oportunidades de compraventa entre ellos por meros desajustes en la oferta o la demanda. Subclases de esta estrategia serían: Arbitraje entre el mercado contado y el mercado de futuros; Arbitraje entre clases de acciones de una misma compañía; Arbitraje entre compañías (holdings) que comparten un mismo activo; Operaciones de movimiento de reconstitución de los índices bursátiles; Arbitraje de volatilidad (convertibles).

5. Estrategias cuantitativas: El análisis estadístico de los mercados permite el seguimiento del mercado en búsqueda de desajustes en la valoración relativa de los activos. Por ejemplo, comprar compañías consideradas de valor (PER bajo y rentabilidad por dividendo alta) y vender compañías de crecimiento. También comprar sociedades de baja capitalización bursátil y vender de gran capitalización. Otra posibilidad es vender compañías después de sorpresas positivas o negativas en la publicación de los beneficios empresariales. Suelen comprar acciones cuando reparten dividendos a la espera de que la cotización disminuya menos que el pago de dividendo y, por último, adquirir acciones después de splits (división) a la espera que los inversores perciban el título como barato.

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