Un septuagenario muere atragantado con una loncha de jamón serrano

Un hombre de 72 años murió asfixiado a primera hora de la noche del pasado domingo en Madrid cuando degustaba un bocadillo de jamón serrano en una bocadillería de la calle Mayor. La obstrucción de sus vías respiratorias fue causada por su atragantamiento con una loncha del embutido. La muerte le sobrevino tras una pugna angustiosa, de unos diez minutos de duración, lapso en el que intentó, sin éxito, expulsar la loncha que le impedía respirar. El trágico caso recuerda al de la actriz Luisa Sala, que murió asfixiada, al atragantársele un alimento, en junio de 1986.

El varón había acudido...

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Un hombre de 72 años murió asfixiado a primera hora de la noche del pasado domingo en Madrid cuando degustaba un bocadillo de jamón serrano en una bocadillería de la calle Mayor. La obstrucción de sus vías respiratorias fue causada por su atragantamiento con una loncha del embutido. La muerte le sobrevino tras una pugna angustiosa, de unos diez minutos de duración, lapso en el que intentó, sin éxito, expulsar la loncha que le impedía respirar. El trágico caso recuerda al de la actriz Luisa Sala, que murió asfixiada, al atragantársele un alimento, en junio de 1986.

El varón había acudido con una familiar al establecimiento del número 4 de la céntrica calle, especializado en bocadillos y emparedados. Pidió uno de jamón serrano, que se expiden en la barra al precio de 1,85 euros y se sirven entre pan de chapata crujiente. "Se sentó con su acompañante en el salón; prescindió completamente del pan y se comió el jamón", explica uno de los encargados, que dice referir lo sucedido por testimonios de terceros -"el equipo que trabajaba el domingo libra hoy (por ayer-" matizó.

El caso es que al introducirse en la boca la lonja de jamón, de unos ocho centímetros por cuatro, el septuagenario sufrió un súbito atragantamiento. "Tras luchar para expulsar la loncha, el hombre se levantó de su mesa, en un salón interior, y acudió a los servicios. De nada le sirvieron sus intentos por provocarse el vómito", destaca el encargado del establecimiento, quien agrega: "Se desplomó; llamaron al Samur, que tardó bastante en venir. He oído que 20 minutos, pero no puedo confirmarlo".

Siete minutos

"La respuesta llegó a los siete minutos", asegura un portavoz del servicio municipal de urgencias. "En este tipo de casos de atragantamiento grave, es preciso tener en cuenta que el accidentado se encuentra angustiado y exactamente igual que si tuviera la cabeza dentro del agua", explica. "Cualquier automanipulación suele ser más perjudicial que positiva", añade. "Es preciso invitar al atragantado a toser, pero las intentonas de extraer a mano el objeto atrancado suelen empeorar su posición. En este caso, el bloqueo de sus vías respiratorias fue total", subraya, "y durante 30 minutos intentamos reanimarle, sin conseguirlo".

Según el portavoz de Samur-Protección Civil, "existe un procedimiento denominado heimlich (en alemán, familiar) que consiste en asir al accidentado por la espalda y rodearlo con los brazos. "Entonces", añade, "con uno de los puños en forma de gancho, se le golpea súbitamente en el estómago, hacia arriba, para forzar la expulsión del cuerpo extraño. En ocasiones resulta eficaz, pero es un procedimiento que debe ser aplicado con destreza por personas con conocimientos". Los niños menores de tres años deben evitar el consumo de frutos secos, agrega el portavoz municipal.

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