Reportaje:MODESTOS CON HISTORIA | FÚTBOL | Segunda División

Un 'ferrari' en el garaje

Una serie de litigios impide jugar a De Lucas, uno de los mejores futbolistas de Segunda

Quique De Lucas, futbolista de clase, criado en el Espanyol, que el año pasado perteneció al Chelsea, no desea jugar en Segunda División. El Alavés, el equipo que le paga, no quiere a De Lucas, un jugador demasiado caro para la categoría y al que por ahora no puede alinear. El verano, sin embargo, les condenó a entenderse. Ningún equipo quiso pagar por ficharlo. El jugador, sano y en forma, no ha debutado todavía, después de cinco jornadas, porque carece del pase internacional. Detrás de ese impedimento aparentemente burocrático se esconde una larga historia de desencuentros y acusaciones entr...

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Quique De Lucas, futbolista de clase, criado en el Espanyol, que el año pasado perteneció al Chelsea, no desea jugar en Segunda División. El Alavés, el equipo que le paga, no quiere a De Lucas, un jugador demasiado caro para la categoría y al que por ahora no puede alinear. El verano, sin embargo, les condenó a entenderse. Ningún equipo quiso pagar por ficharlo. El jugador, sano y en forma, no ha debutado todavía, después de cinco jornadas, porque carece del pase internacional. Detrás de ese impedimento aparentemente burocrático se esconde una larga historia de desencuentros y acusaciones entre el jugador, el Alavés, el Chelsea y el Espanyol, con la FIFA como juez, que lleva a preguntarse si algún día De Lucas debutará en Mendizorroza.

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La relación entre De Lucas y el Alavés nació hace más de un año, el 6 de mayo de 2002, cuando ambos firmaron un contrato para cuatro campañas que no entraría en vigor hasta julio de 2003. ¿Por qué un año de paréntesis? Porque de esa manera, el club se ahorraba el pago de casi dos millones de euros al Espanyol. El centrocampista, de 25 años, optó por Inglaterra para pasar la temporada. Sin embargo, firmó por cuatro temporadas. Ahí comenzaron los problemas.

De Lucas salió por la puerta de atrás de Londres. Según el jugador, por culpa de una diferencia de cantidades económicas en el finiquito. Según el Alavés, "hay algo más", en concreto "una duplicidad de contratos" que explicaría por qué después de más de dos meses desde que se solicitó el pase internacional aún no ha llegado.

El club vitoriano ha pedido a la FIFA que, si realmente el jugador ha incurrido en esa ilegalidad, se declare nulo su contrato, es decir, que le permita despedirle. "Lo hemos contratado para jugar, no para que vea los partidos en la grada", se explica el presidente, Gonzalo Antón. La abogada del jugador, Eva Parera, que ha demandado al Chelsea por despido improcedente, niega que exista duplicidad de contratos. Dice, además, que el Alavés "ya no quiere el tránsfer ni al jugador".

El Espanyol también se ha apuntado al lío. Pide su parte por el traspaso, porque entiende que el Alavés usó al Chelsea de puente para tener a De Lucas un año cedido y ahorrarse el cánon de formación.

Mientras, el futbolista se entrena a diario sabiendo que no jugará el domingo y el Alavés se lamenta por tener un ferrari en el garaje.

De Lucas con la camiseta del AlavésDIARIO AS

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