"A veces, el dinero no lo es todo"

Rivaldo rescinde a petición propia su contrato con el Milan ante sus "pocas posibilidades de jugar"

"Renuncio a un contrato millonario porque, a veces, el dinero no lo es todo. Yo no era feliz". Rivaldo dio ayer por terminada, con estas palabras, su amarga experiencia italiana. El futbolista brasileño y el vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, anunciaron por sorpresa la rescisión de su contrato, a petición del propio Rivaldo y con efectos inmediatos. "No soportaba tener tan pocas posibilidades de jugar", explicó el ex delantero del Deportivo y el Barcelona, quien días atrás dijo sentirse "humillado" por su entrenador, Carlo Ancelotti, y sus largas horas en el banquillo. A sus 31 años, ...

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"Renuncio a un contrato millonario porque, a veces, el dinero no lo es todo. Yo no era feliz". Rivaldo dio ayer por terminada, con estas palabras, su amarga experiencia italiana. El futbolista brasileño y el vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, anunciaron por sorpresa la rescisión de su contrato, a petición del propio Rivaldo y con efectos inmediatos. "No soportaba tener tan pocas posibilidades de jugar", explicó el ex delantero del Deportivo y el Barcelona, quien días atrás dijo sentirse "humillado" por su entrenador, Carlo Ancelotti, y sus largas horas en el banquillo. A sus 31 años, su futuro está en el aire, aunque dijo que hay "contactos" con clubes ingleses y "quizá" españoles.

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Rivaldo aportó muy poco al Milan el curso pasado. Llegó tras ganar con Brasil la Copa del Mundo y con la carta de libertad del Barça, lo que le permitió pactar un sueldo anual de seis millones de euros por tres temporadas. Pero su separación matrimonial y sus problemas físicos redujeron su juego a la mediocridad. Así, se convirtió en el suplente mejor pagado. Últimamente, ni eso: se sentaba en el banquillo, pero no suplía a nadie. Ancelotti no confiaba en él.

Finalmente, Rivaldo estalló. Concedió una entrevista a un diario de São Paulo en la que acusó a Ancelotti de mentirle, de prometerle jugar contra el Ajax en la Liga de Campeones, para luego decepcionarle. "No es un problema técnico, físico o psicológico. Estoy bien y en las pruebas físicas figuro entre los mejores. Algún día diré por qué Ancelotti no me hace jugar", amenazó. El entrenador respondió con diplomacia y... cinismo: "Este será el año de Rivaldo".

Ambos se reunieron el miércoles a solas durante media hora. Tras la conversación, secreta, parecían más relajados. Rivaldo acudió el jueves con el resto del equipo a un encuentro con el presidente del club, el primer ministro, Silvio Berlusconi, quien le saludó con un cordial apretón de manos. La prensa dio por supuesto que Rivaldo tendría una oportunidad este fin de semana ante el Lecce como sustituto del lesionado Inzaghi.

En ese momento, sin embargo, Rivaldo ya sabía que la plaza de Inzaghi la ocuparía Tomasson. Ayer confirmó que ese día, en compañía de su abogado, Carlos Asini, tomó su decisión. Al siguiente, una reunión con Galliani, en un ambiente "amistoso y sereno" según el directivo, cerró su aventura. Inmediatamente después, convocaron a la prensa en la sede de Milanello para comunicar el divorcio entre el jugador y el club. "Me ha faltado la ocasión de mostrar lo que sé hacer", declaró Rivaldo.

Ancelotti se mostró nuevamente diplomático ante una baja que, en realidad, deseaba: "Me entristece no haber podido exhibir al gran Rivaldo del Barça. Pasó por momentos difíciles, de carácter familiar, y tuvo problemas físicos, pero todo eso estaba ya superado".

El suramericano no quiso dar detalles sobre sus planes. Se limitó a indicar que quiere seguir en Europa. El multimillonario Chelsea de Roman Abramovich es considerado un posible destino. Y Ronaldo le invitó públicamente esta semana a unirse al Madrid. "Sería un honor", le contestó.

Rivaldo.REUTERS

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