De acuerdo con Narcís Comadira
Definitivamente, suscribo las opiniones expresadas por el amigo Narcís Comadira en su artículo titulado 'Odio l'estiu' (Quadern de EL PAÍS, del 4 de septiembre pasado). En efecto, no hay estación más repugnante, incómoda y hortera que ésta, en la que un país de servicios como el nuestro se queda precisamente sin servicios y el ciudadano queda reducido al papel de pollo a l'ast sin, como quería el poeta, "un plany pel seu dol"....
Definitivamente, suscribo las opiniones expresadas por el amigo Narcís Comadira en su artículo titulado 'Odio l'estiu' (Quadern de EL PAÍS, del 4 de septiembre pasado). En efecto, no hay estación más repugnante, incómoda y hortera que ésta, en la que un país de servicios como el nuestro se queda precisamente sin servicios y el ciudadano queda reducido al papel de pollo a l'ast sin, como quería el poeta, "un plany pel seu dol".