Un amargo fado para Iberdrola
La española reclama a EDP la opción de compra sobre el 3% de su capital
Electricidade de Portugal (EDP) ha decidido cortar sus últimas amarras con Iberdrola y ha anunciado esta semana, sin previo aviso al grupo español, que quiere vender antes de fin de año su participación del 3% en la eléctrica española.
La decisión unilateral de EDP ha sentado como una bofetada en Iberdrola, que se ha apresurado a reclamar a la portuguesa el derecho de compra preferente que pactó en su día sobre estas acciones. Aunque el sueño de 1998 de un matrimonio o una profunda alianza entre ambas para operar en el futuro mercado único ibérico de la electricidad se hizo añicos en el...
Electricidade de Portugal (EDP) ha decidido cortar sus últimas amarras con Iberdrola y ha anunciado esta semana, sin previo aviso al grupo español, que quiere vender antes de fin de año su participación del 3% en la eléctrica española.
La decisión unilateral de EDP ha sentado como una bofetada en Iberdrola, que se ha apresurado a reclamar a la portuguesa el derecho de compra preferente que pactó en su día sobre estas acciones. Aunque el sueño de 1998 de un matrimonio o una profunda alianza entre ambas para operar en el futuro mercado único ibérico de la electricidad se hizo añicos en el año 2000 con la adquisición del 40% de Hidrocantábrico por el grupo portugués, las dos eléctricas han mantenido hasta ahora sus participaciones cruzadas (Iberdrola tiene el 5% de Electricidade de Portugal).
Electricidade de Portugal ha puesto en venta el 3% de Iberdrola, sin previo aviso al grupo español, para reducir su elevado endeudamiento
Joao Talone, presidente de EDP, ha enmarcado la salida del capital del grupo eléctrico español dentro del plan de reducción de deuda en el que está embarcada su compañía. Quiere vender activos por 700 millones de euros y con ello reducir en un 10% sus deudas (8.003 millones de euros a finales del pasado mes de junio).
EDP, que no obtendrá elevadas plusvalías por la venta del 3% de Iberdrola (unos 25 millones de euros), ha presentado una reducción del 21% en sus beneficios en los primeros seis meses de este año respecto a los obtenidos en el primer semestre de 2002.
La rápida y firme reacción de Iberdrola hace previsible un acuerdo con EDP para comprarle directamente su participación, siempre que no supere con ello los límites legales de autocartera, o una cesión consensuada de la misma a inversores nacionales o extranjeros.
Iberdrola, por otra parte, no ha decidido aún el destino de su participación del 5% en EDP.
El grupo portugés está participado por el Estado, que controla directamente el 26% e indirectamente, a través del banco público Caixa General de Depósitos, un 4% adicional. El retraso en la privatización de Electricidade de Portugal ha demorado a su vez la creación del acordado mercado ibérico único de la energía.