Crónica:ATLETISMO | Campeonato del Mundo

La sexta corona del rey Korzeniowski

El triple campeón olímpico polaco logra, en 50 kilómetros marcha, su tercer oro mundial

Robert Korzeniowski vive solo medio año en Francia, en Tourcoing, a dos horas de autopista del Stade de France donde ayer se consagró triple campeón mundial de 50 kilómetros marcha, y vive acompañado de su familia el otro medio año, en su Cracovia natal. "En Tourcoing es donde me entreno", explicaba al diario Le Monde el hombre que ha transportado a la marcha atlética a territorios insospechados con sus marcas y hazañas. "Y cuando me entreno me gusta estar solo. Puedo reflexionar mejor. La soledad es más creativa".

La gente de la marcha, la cofradía de atletas que se consagran a ...

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Robert Korzeniowski vive solo medio año en Francia, en Tourcoing, a dos horas de autopista del Stade de France donde ayer se consagró triple campeón mundial de 50 kilómetros marcha, y vive acompañado de su familia el otro medio año, en su Cracovia natal. "En Tourcoing es donde me entreno", explicaba al diario Le Monde el hombre que ha transportado a la marcha atlética a territorios insospechados con sus marcas y hazañas. "Y cuando me entreno me gusta estar solo. Puedo reflexionar mejor. La soledad es más creativa".

La gente de la marcha, la cofradía de atletas que se consagran a la perfección del arte de correr lo más deprisa posible sin doblar la rodilla, con un pie siempre en el suelo, son un grupo de creyentes en su propia fe. Y aunque no tengan dioses ni profetas, Korzeniowski, de 35 años, podría ocupar perfectamente el papel de sumo sacerdote o, para los laicos, de gran maestro. "Korzeniowski es una persona excepcional", dice Jesús Ángel Bragado, el marchador español que más intensamente vive su arte.

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El marchador polaco emigró a Francia hace una docena de años, alejándose de la Polonia del general Jaruzelski, de la Polonia en la que no encontraba la calma para entrenarse. Siempre recuerda que sus primeras zapatillas de marcha las adquirió canjeando cupones de la cartilla de racionamiento y cómo para relajarse le gustaba salir al campo, a caminar. Necesitaba aire, mejorar, entrenarse con más atletas, desafíos cotidianos. Emigró a Francia. Pero su vida siguió siendo dura, de pocas ganancias y muchas estrecheces, hasta que no ganó los Juegos de Atlanta, su primera gran alegría después de la descalificación de Barcelona 92, a la puerta del estadio de Montjuïc, cuando marchaba segundo. Después llegarían dos títulos mundiales más y su fabuloso doblete olímpico de Sydney 2000: el primer atleta que conseguía el oro en 20 y 50 kilómetros. Dos enormes palizas en una semana.

Su tercer mundial llegó ayer acompañado de una mejor marca mundial, 3h 36m 3s, batiendo por 33s su anterior plusmarca. Pero no podrá disfrutar del premio añadido de 100.000 dólares que se conceden a todos los récords mundiales batidos durante el Mundial ya que la pejiguera IAAF ha decidido que las mejores marcas de las pruebas de calle -las que no se disputan en la pista- no disfrutarán del valor de récord hasta el 1 de enero de 2004. "Gracias a Korzeniowski la marcha es más conocida en el mundo", reconoce García Bragado, que terminó sexto.

Pese a que Francia ha sufrido tremenda canícula en julio y agosto, Korzeniowski no sufrió lo que García Bragado, que, víctima del calor, apenas pudo entrenarse a gusto y afinar su forma en los últimos meses. "Para haber entrado en la lucha por las medallas tendría que haber hecho unos entrenamientos de rechupete, lo que no ha sido el caso", dijo. "Con este calor ha sido imposible. He buscado entrenarme por 20.000 sitios y en todos lo mismo. Imposible. Además, he sufrido de un virus que me ha dejado varios días tirado, sin fuerzas. Y para entrar en este podio tan caro tendría que haber rebajado mi mejor marca en casi cuatro minutos. Nada que hacer". Así que, cuando a partir del kilómetro 15 Korzeniowski comenzó a ejercer de máquina con un ritmo salvaje de 4.18m por kilómetro, Bragado, que marchaba en un grupo retrasado, pensó que su única oportunidad sería que los del grupo del polaco intentaran la locura de seguirle. "O que los rusos sacaran el cuchillo para pelearse entre ellos. O que Korzeniowski se pasase de esfuerzo". La ecuación no cuadró.

Así que a esperar a Atenas. "No creo que, aunque parezca lo contrario, Korzeniowski sea eterno. Paquillo ya ha demostrado este año que puede batirlo, aunque sea en 20 kilómetros". Y mientras Korzeniowski habla de retirarse después de los Juegos de Atenas e irse a vivir a Polonia con su mujer e hijos, que llevan en su ausencia una agencia de comunicación y publicidad, García Bragado, de 33 años, piensa en seguir entrenándose, en terminar su carrera de podólogo.

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