Columna

Picasso

Con la feria de Málaga llegando a su fin y tanto político en baño de sus propios correligionarios, bien está centrarse en un asunto de vital importancia para Málaga y Andalucía que tuvieron en estos calurosos días a la consejera de Cultura, Carmen Calvo, y a la familia Picasso como principales protagonistas.

Quedan dos meses y días para que se inaugure el Museo Picasso. Fue una apuesta personal del presidente andaluz, Manuel Chaves, y ya es una realidad. Los culturetas de turno y escribidores que alimentan viejos rencores seguirán negando la mayor, deteniéndose con manifiesta e i...

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Con la feria de Málaga llegando a su fin y tanto político en baño de sus propios correligionarios, bien está centrarse en un asunto de vital importancia para Málaga y Andalucía que tuvieron en estos calurosos días a la consejera de Cultura, Carmen Calvo, y a la familia Picasso como principales protagonistas.

Quedan dos meses y días para que se inaugure el Museo Picasso. Fue una apuesta personal del presidente andaluz, Manuel Chaves, y ya es una realidad. Los culturetas de turno y escribidores que alimentan viejos rencores seguirán negando la mayor, deteniéndose con manifiesta e interesada miopía en pequeños detalles sin interés.

Es cierto que podría haberse preparado con más antelación la promoción y venta turística de lo que será el primer atractivo cultural de Andalucía, como dijo la consejera Calvo. Pocos saben que ha sido, es y será necesario andar con pies de plomo en todo lo que se refiere al pintor malagueño y los derechos de imagen.

Y habrá que enterrar otras hachas. El Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía deben enterrar el hacha de guerra, trabajar en común y con las mismas prisas, pero sin muerto, que se metió a las obras para inaugurar el palacio ferial días antes de las pasadas elecciones, de modo que se pueda adecentar todo el entorno.

Con todo, lo importante es que el Museo Picasso ha merecido generales elogios. El equipo político, dirigido por Carmen Calvo, y el técnico, por el arquitecto Martín Delgado, han demostrado saber hacer bien las cosas. Y la bendición la dio Bernard Picasso cuando destacó que el continente (el museo) no quitará protagonismo al contenido (Picasso). Dicho queda. La tozudez y capacidad de trabajo de la consejera Calvo han dado sus frutos. Manuel Chaves no se equivocó en darle las riendas.

Hay programados numerosos actos para septiembre y octubre. Es el momento de trabajar mano a mano. El delegado de la Junta en Málaga, Luciano Alonso, lleva meses en ello. Hay que implicar al pueblo malagueño y los sectores sociales y económicos, en especial el turismo, en la mayor apuesta de Andalucía de este siglo.

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