EN MEMORIA DE CHILLIDA.
Decenas de amigos y familiares asistieron ayer, en la iglesia donostiarra de San Vicente, a la misa en memoria del escultor Eduardo Chillida, fallecido hace un año. Su viuda, Pilar Belzunce (en el centro de la imagen, junto a dos de sus hijos, Luis y Susana), estuvo en todo momento arropada por sus ocho hijos y el resto de la familia del artista. En la ceremonia, los nietos leyeron una carta de ánimo dirigida a la viuda. Previamente, en el Museo Chillida-Leku, sus más allegados se reunieron en la intimidad junto a la escultura en forma de cruz bajo la que descansan las cenizas del creador....
Decenas de amigos y familiares asistieron ayer, en la iglesia donostiarra de San Vicente, a la misa en memoria del escultor Eduardo Chillida, fallecido hace un año. Su viuda, Pilar Belzunce (en el centro de la imagen, junto a dos de sus hijos, Luis y Susana), estuvo en todo momento arropada por sus ocho hijos y el resto de la familia del artista. En la ceremonia, los nietos leyeron una carta de ánimo dirigida a la viuda. Previamente, en el Museo Chillida-Leku, sus más allegados se reunieron en la intimidad junto a la escultura en forma de cruz bajo la que descansan las cenizas del creador.