Atasco
El primer día de la 'operación salida' produce numerosos colapsos en el tráfico de carreteras y autopistas
El primer día de la operación salida se saldó con inmensos atascos en las autopistas y carreteras catalanas. Un accidente en la A-7 a la altura de Vallgorguina provocó colas de varios kilómetros en dirección norte. Los vehículos se hallaban parados antes de Granollers y seguían así hasta superar la salida de San Celoni.
No menos grave fue el colapso en la zona paralela a la B-30, debido a otro accidente a la altura de Sant Cugat. Las colas en dirección sur afectaban a toda la vía desde Cerdanyola hasta el peaje de Martorell y luego se repetían a la altura de Tarragona, unos 14 ki...
El primer día de la operación salida se saldó con inmensos atascos en las autopistas y carreteras catalanas. Un accidente en la A-7 a la altura de Vallgorguina provocó colas de varios kilómetros en dirección norte. Los vehículos se hallaban parados antes de Granollers y seguían así hasta superar la salida de San Celoni.
No menos grave fue el colapso en la zona paralela a la B-30, debido a otro accidente a la altura de Sant Cugat. Las colas en dirección sur afectaban a toda la vía desde Cerdanyola hasta el peaje de Martorell y luego se repetían a la altura de Tarragona, unos 14 kilómetros antes de llegar al peaje.
Si las autopistas y carreteras del interior iban llenas, no quedaron a la zaga las de la costa. La Pau Casals registró retenciones a su paso por El Prat, Castelldefels y Gavà, especialmente en dirección sur, aunque también se produjeron en dirección norte. La autopista del Maresme registró abundante tráfico, con colapsos en el tramo entre Montgat y Mataró.
No escaparon a los problemas las rondas barcelonesas, sobre todo la de Dalt en dirección al Besòs en el tramo comprendido entre el nudo de la Trinitat y Vall d'Hebron.
La Ronda Litoral no llegó a a colapsarse, pero registró tráfico denso y muy denso en ambas direcciones, sobre todo en el tramo que discurre por la Zona Franca.
En el peaje de Granollers, los automovilistas recuperaron la pitada como protesta. Los bocinazos de los coches empezaban en la confluencia de la A-7 con la A-18, antes de Granollers, y se prolongaban durante kilómetros, incrementándose junto a las cabinas de los peajes.
El Servicio Catalán de Tráfico prevé que hoy el tráfico será mucho peor.