Crítica:CINE

Una pareja solvente

Al menos desde Tristán e Iseo, sabemos que quienes reciben la orden superior de velar por la vida de una joven bella corren el riesgo no sólo de salvaguardar al objeto de sus desvelos, sino de caer rendidos ante sus encantos. También lo sabemos desde que comienza esta extraña, a veces inteligente (quién lo diría, estando Stallone) y casi siempre solvente comedia del prolífico guionista y director Martyn Burke; pero lo que hace aquí la originalidad del asunto es otra cosa. Hecha para el lucimiento de la pareja protagonista, gran parte de la peripecia del filme reposa en la ironía sobre l...

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Al menos desde Tristán e Iseo, sabemos que quienes reciben la orden superior de velar por la vida de una joven bella corren el riesgo no sólo de salvaguardar al objeto de sus desvelos, sino de caer rendidos ante sus encantos. También lo sabemos desde que comienza esta extraña, a veces inteligente (quién lo diría, estando Stallone) y casi siempre solvente comedia del prolífico guionista y director Martyn Burke; pero lo que hace aquí la originalidad del asunto es otra cosa. Hecha para el lucimiento de la pareja protagonista, gran parte de la peripecia del filme reposa en la ironía sobre las habituales hazañas de Stallone y en el talento indudable de Stowe para la comedia, un género en el que nos gustaría verla más: lo que hace con un personaje como el suyo, una pija de bofetada, es de lección magistral. Y como siempre en la comedia romántica, todo el asunto se juega en la química entre los actores, que no falla.

EL PROTECTOR

Director: Martín Burke. Intérpretes: Sylvester Stallone, Madeleine Stowe, Raoul Bova, Anthony Quinn, Harry van Gorkum. Género: comedia criminal, EE.UU., 2002. Duración: 90 minutos.

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