OPINIÓN DEL LECTOR

Se equivoca, don Manuel

El beticismo es más que una afición, en cierta manera es una forma de ver la vida, de establecer prioridades y asumir limitaciones. Los béticos, con su biografía a cuestas, se encuentran a cientos en otros lugares de nuestra geografía.

Podrá hacerlo, no voy a discutir su manera de "gestionar", que no de presidir, tan glorioso club, tiene usted posibles y maneras para no vender los derechos televisivos. ¡Quien quiera vernos, que venga al campo!, pero ¿y los que están imposibilitados? ¿Y los que, siendo tan bético como el que más, está fuera de Sevilla?...

Todo no puede ni debe ser...

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El beticismo es más que una afición, en cierta manera es una forma de ver la vida, de establecer prioridades y asumir limitaciones. Los béticos, con su biografía a cuestas, se encuentran a cientos en otros lugares de nuestra geografía.

Podrá hacerlo, no voy a discutir su manera de "gestionar", que no de presidir, tan glorioso club, tiene usted posibles y maneras para no vender los derechos televisivos. ¡Quien quiera vernos, que venga al campo!, pero ¿y los que están imposibilitados? ¿Y los que, siendo tan bético como el que más, está fuera de Sevilla?...

Todo no puede ni debe ser economía, hay que darle un lugar y de honor al sentir del aficionado, no se deben poner "puertas al campo" si lo que pretendemos es que se conozca cada día más, a ese equipo que es mucho más que once jugadores en un terreno de juego.

Le ruego que reflexione, que se coma su amor propio y que una vez más se sacrifique por esos a los que usted presume de querer tanto, "los béticos". No consienta con su actitud que no se televisen los encuentros. Permita que el estadio que lleva su nombre dé muestras, en estos momentos en que la violencia gratuita es moneda de cambio, de que es posible ver el fútbol de otra manera.

Ha conseguido con su patrimonio y con su esfuerzo cimentar un equipo fuerte y con posibilidades para Europa, ha hecho brillar la sonrisa y ha despertado la ilusión y la esperanza en miles de sevillanos. No nos deje con la miel en los labios, no nos quite la posibilidad de presumir allende las fronteras, no sea cicatero y no nos robe el placer de "vender Sevilla" con la bandera verde y blanca.

Rectificar es de sabios y si usted no lo hace...se equivoca.

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